Los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer con ligeras alzas, en una sesión en la que la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) monopolizó la atención de los inversores. De esta forma, y en una jornada de escasa actividad, los inversores en las plazas europeas optaron por la prudencia, apostando nuevamente por los activos de menor riesgo: bonos y valores de corte defensivo como las inmobiliarias patrimonialistas y las utilidades, sectores ambos que se ven favorecidos por un entorno de bajos tipos -suelen presentar niveles de endeudamiento elevados y mantienen atractivas políticas de remuneración al accionista-. En sentido contrario, los bancos y las compañías ligadas a las materias primas minerales fueron los que peor comportamiento mantuvieron durante la jornada.
Por su parte, el precio del crudo volvió ayer a ceder posiciones, con lo que ya ha perdido gran parte de lo ganado en la sesión del pasado lunes. Así, en EEUU los inventarios de petróleo experimentaron un repunte no esperado la semana pasada. Además, tras analizar los restos de los misiles y de los drones utilizados en el ataque a las infraestructuras petrolíferas del país, Arabia Saudita vino a confirmar que el mismo fue llevado a cabo directamente por Irán o por alguno de sus aliados. El mercado esperaba una reacción más dura por parte de la Administración estadounidense, pero el presidente Trump se limitó a instar al Departamento del Tesoro a incrementar las sanciones al país asiático, rebajando de esta forma sensiblemente la tensión en la región y demostrando la fuerte “aversión” que tiene el presidente estadounidense a iniciar cualquier tipo de conflicto armado.
En Wall Street la sesión fue bastante más movida. Tras un comienzo de jornada sin rumbo fijo, el anuncio de la Fed de que volvía a bajar sus tasas de interés de referencia en 25 puntos básicos, que estuvo en línea con lo esperado, no provocó reacción alguna en los índices. Sin embargo, el hecho de que el banco central estadounidense no dejó nada claro si habrá o no nuevos recortes de los mismos en 2019 -el mercado esperaba uno más-, provocó un brusco giro a la baja de los principales índices, llegando el Dow Jones a ceder por momentos más de 200 puntos. Al cierre, y tras una “aparente segunda lectura” de la situación, los inversores volvieron a optar por la renta variable, lo que permitió a los índices recuperar casi todo lo cedido y cerrar de forma mixta, pero sin grandes variaciones.
Si bien las expectativas de que la Fed continúe bajando sus tasas de interés en los próximos meses quedaron ayer defraudadas, la razón por la que los miembros de la Fed no están claramente a favor de ello creemos que es positiva, ya que se sustenta en el hecho de que la economía del país sigue mostrándose sólida -de hecho la Fed revisó ligeramente al alza sus expectativas de crecimiento para el PIB de 2019- y ello a pesar del conflicto comercial que mantienen EE.UU. y China y de la debilidad de la economía global. No obstante, esta visión no es unánime, con algunos miembros del FOMC apostando por nuevos descensos de los tipos en 2019 y 2020 y otros, incluso, apostando por subir los mismos. Es más, la votación para aprobar el nuevo recorte de tipos volvió a no ser unánime, con los presidentes de las Reservas Federales de Boston, Rosengren, y de Kansas, George, votando en contra y con el de la de San Luis, Bullard, apostando por un recorte mayor, de 50 puntos básicos -ver sección de Economía y Mercados-. No obstante, creemos que la posición mayoritaria en el seno del FOMC es la que defendió en rueda de prensa su presidente Powell: que la medida adoptada es puntual, con objeto de impedir una mayor ralentización del crecimiento económico del país, pero que no ven necesidad por el momento de iniciar un proceso continuado de bajadas de tipos y que, si la economía va a peor, la Fed estará preparada para impedir que el ciclo de crecimiento económico actual finalice.
Es decir, aunque la Fed no va a seguir de momento bajando sus tasas de interés de referencia, no cierra la puerta a nuevas actuaciones, de considerarlas necesarias. Entendemos que, como aparentemente interpretó el mercado en una segunda lectura, las noticias son positivas para la renta variable: la economía estadounidense sigue firme y la Fed la apoyará con todas sus herramientas cuando lo considere necesario. Además, y a diferencia de lo que ocurre con el BCE o con el Banco de Japón (BOJ), que en su reunión de hoy no ha modificado los principales parámetros de su política monetaria, aunque ha mostrado su total compromiso para apoyar a la economía nipona, la Fed tiene todavía bastante margen de maniobra.
Hoy los bancos centrales volverán a ser el foco de atención, con las reuniones que mantendrán los del Reino Unido, Suiza y Noruega. En principio, se espera que el Banco de Inglaterra (BoE) siga sin “mover ficha”, a la espera de conocer cómo se desarrolla el proceso del Brexit, estancado en estos momentos por la dificultad que se está encontrando el Gobierno de Johnson para elaborar y presentar una propuesta viable que sustituya a la “salvaguarda” irlandesa.
Señalar, por otro lado, que el hecho de que mañana sea día de cuádruple vencimiento de los contratos de derivados sobre acciones e índices, al ser fin de trimestre, es muy factible que comience hoy a condicionar el comportamiento del mercado de contado, haciendo muy complicado sacar conclusiones sobre su estado real. Para empezar, esperamos que las bolsas europeas abran entre planas o ligeramente a la baja.
Destacar, por último, que en la agenda macro del día sólo destaca la publicación en el Reino Unido de las ventas minoristas de agosto y en EE.UU. del paro semanal, del índice de indicadores adelantados y de las ventas de segunda mano, ambos del mes de agosto.