Las bolsas europeas y estadounidenses cerraron AYER al alza, apoyadas en las expectativas de que finalmente se alcance un acuerdo en EE.UU. para la aprobación de un nuevo paquete fiscal de ayudas. No obstante, y en nuestra opinión, esas expectativas parecen infundadas, al menos en el corto plazo. Si bien AYER fue el presidente de EE.UU., Trump, el que habló de la aprobación de un gran programa fiscal de ayudas, la líder demócrata en la Casa de Representantes, Pelosi, se mostró mucho más elusiva, rechazando incluso la aprobación de un programa de ayuda individualizado para el sector de las aerolíneas, sector al que la semana pasada había pedido que no implementara los planes de reducción de plantilla anunciados por muchas compañías porque la ayuda estaba en marcha. En ese sentido, señalar que los demócratas, que se ven claramente vencedores en las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre, parecen preferir esperar a después de las mismas para apuntarse el tanto de un programa de ayudas mucho mayor. En sentido contrario, señalar que muchos representantes y senadores republicanos no están por la labor de apoyar un gran paquete de estímulos fiscales por lo que ello supondría tanto para el déficit público como para el nivel de deuda del país. Así, es por esta lucha partidista, centrada en el rédito electoral, por lo que vemos complicado que haya acuerdo antes de las elecciones. No obstante, es factible que algunos inversores estén optando por mirar más allá del corto plazo y estén descontando el “gran programa” que prometen los demócratas, algo que, por el momento, nos parece demasiado lejano en el tiempo.
De esta forma, este moderado “optimismo” que siguen mostrando los inversores que están operativos impulsó AYER al alza a sectores claramente beneficiados por una potencial mejoría del ciclo económico como el energético, el de ocio y turismo y el bancario. No obstante, los niveles de actividad siguen bajo mínimos, sobre todo en las principales plazas de la Europa continental y, especialmente, en la bolsa española, lo que indica que muchos otros inversores no ven las cosas tan claras y siguen mostrándose reticentes a incrementar sus posiciones de riesgo, algo que entendemos teniendo en cuenta que la “segunda ola” de la pandemia está “animando” a muchos gobiernos y autoridades locales en Europa y EE.UU. a optar por la decisión más sencilla: volver a limitar la libertad de movimientos de la población y la actividad económica, medidas ambas que van a pasar una factura muy elevada a unas economías ya muy perjudicadas por el impacto de las medidas adoptadas al inicio de la crisis sanitaria. Además, y en Europa, la semana que viene se acaba el plazo para cerrar las negociaciones sobre el brexit y no hay motivos para pensar a día de hoy que éstas van a acabar de forma positiva. Insistimos en que un brexit duro es lo último que necesitan en estos momentos las economías del Reino Unido y de la Unión Europea (UE) pero, cuando los temas están en manos de los políticos, cualquier cosa puede ocurrir dado que este colectivo se suele regir normalmente por sus intereses cortoplacistas, intereses que en muchos casos no coinciden con los de los ciudadanos que los han elegido.
Es por todo ello que recomendamos no caer en una euforia que no vemos justificada y recomendamos actuar con prudencia, al menos hasta que el escenario socioeconómico se clarifique un poco. Más a corto, y en lo que hace referencia a la sesión de HOY, señalar que esperamos que las bolsas europeas abran al alza, aunque con poca convicción, en línea con el comportamiento que han mantenido esta madrugada las principales plazas asiáticas y siguiendo, de esta forma, a los futuros de los índices estadounidenses, que están en positivo. La sesión, por otra parte, presenta una agenda macro liviana, en la que únicamente destaca la publicación en el Reino Unido, Francia e Italia de las cifras de producción industrial del mes de agosto, cifras que no esperamos tengan impacto en el comportamiento de los mercados.