Los mercados de valores occidentales afrontan una nueva semana en la que lo más interesante será comprobar si se consolida la rotación de activos iniciada tras la victoria de Donald Trump y del partido republicano en las elecciones presidenciales y legislativas estadounidenses.
De ser así, sectores como el bancario, el industrial y el relacionado con las materias primas deberían seguir comportándose mejor que el mercado en términos relativos, mientras que los valores de corte más defensivo y más dependientes de los tipos de interés, como las utilidades, los de alimentación, las telecomunicaciones o las inmobiliarias lo deberían hacer peor.
El dólar, por su parte, mantendría la fortaleza mostrada en las últimas semanas en relación al conjunto (cesta) de principales divisas –la semana pasada alcanzó su nivel más alto en los últimos trece años y medio-, mientras que los bonos seguirían corrigiendo, con el consiguiente incremento de sus rentabilidades.
Por su parte, otra importante variable, el precio del crudo, “seguiría a su aire”, reaccionando al alza o a la baja dependiendo de cómo evolucionen las expectativas sobre el acuerdo para congelar/reducir la producción entre los miembros del cártel de la OPEP y algunos grandes productores “no OPEP” como Rusia.
No obstante, está por ver si este escenario planteado se consolida o no. En ello van a tener mucho que ver, por un lado, los nombramientos para el futuro Gobierno estadounidense, sobre todo en el área económica y, por otro, la mayor o menor estabilidad política en Europa. En este sentido, destacar que estamos a poco menos de dos semanas de que se celebre el importante referéndum para la aprobación de los cambios en la constitución italiana propuestos por el Gobierno del primer ministro Renzi, el cual se juega su futuro político en la consulta y, con ello, la estabilidad política del país.
Así, no descartamos que, al menos en los mercados de valores europeos, y a medida que nos acerquemos a la fecha del referéndum, el sector bancario italiano sea presionado en bolsa, algo que podría terminar afectando al resto de las entidades de la región, en especial a las de los países de la periferia del euro. Este factor también podría provocar una huida en Europa hacia activos considerados como refugio, como la deuda alemana o divisas como el franco suizo, y un castigo de la deuda periférica, lo que elevaría las primas de riesgo de países como Italia, España o Portugal.
Por su parte, el euro podría debilitarse respecto al resto de principales monedas mundiales. Una victoria del “no” en la consulta italiana creemos que acentuaría esta tendencia en los mercados financieros de la región del euro.
Por tanto, no es descartable que mientras que en los mercados estadounidenses se consolidan las nuevas estrategias de inversión, asumidas por una mayoría de inversores tras los resultados electorales, en Europa los agentes de los mercados opten por la prudencia, al menos hasta conocer el resultado del referéndum italiano.
Más a corto, señalar que esta semana también será muy relevante para muchas compañías estadounidenses, ya que tras la celebración el próximo jueves de Día de Acción de Gracias (ese día la bolsa estadounidense permanecerá cerrada), a partir del viernes –el denominado “viernes negro”- comienza la temporada de compras navideñas, en la que éstas se juegan gran parte de sus ventas anuales. Así, y a partir del lunes próximo, la evolución de la campaña navideña será determinante para el comportamiento de muchas cotizadas.
Por último, señalar que la agenda macro de la semana será bastante intensa, destacando la publicación en Europa y EE.UU. de las lecturas preliminares de noviembre de los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios y de las manufacturas (miércoles y viernes). Además, el miércoles se publicarán en EE.UU. las actas de la última reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), actas de las que los inversores intentarán obtener “una confirmación” de que la Fed subirá sus tipos de interés en la reunión que celebrará el FOMC a mediados de diciembre –el mercado lo da ya por hecho-.
Por último, destacar la publicación el jueves del PIB alemán del tercer trimestre y de los índices IFO de noviembre, que miden las expectativas que sobre el devenir de la economía alemana mantienen los empresarios del país. Esperamos que esta “intensa agenda macro” dé juego a los traders a lo largo de los próximos días.
Para empezar, y en un día sin importantes referencias macro o empresariales, será el precio del crudo y el comportamiento de los bonos las variable a seguir. En este sentido, señalar que las declaraciones este fin de semana del ministro de Energía iraní y del presidente ruso, Putin, mostrándose optimistas sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo para la congelación o disminución de la producción de crudo cuando se reúna la OPEP en Viena (Austria) el próximo día 30 de noviembre, están propiciando un fuerte repunte del precio del crudo esta madrugada en los mercados asiáticos, lo que debe favorecer el comportamiento cuando abran las bolsas europeas de los valores relacionados con esta materia prima. Igualmente, la fortaleza del dólar impulsará al alza a los valores de sectores que basan gran parte de sus ventas en las exportaciones, tales como el del automóvil.
Por lo demás, habrá que estar atentos a la evolución de los bancos, uno de los sectores con mayor peso en los índices europeos y que en las últimas sesiones ha mantenido un comportamiento muy errático.