Los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cedieron ayer posiciones, en una sesión en la que la libra esterlina y el precio del crudo monopolizaron la atención de unos inversores que siguen muy pendientes de la reunión que inició ayer el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC), y que hoy finalizará con la publicación de un comunicado y con la posterior rueda de prensa de su presidenta, Janet Yellen.
Señalar, para empezar, que la aprobación por parte del Parlamento británico de la Ley que permite al Gobierno de Theresa May activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, iniciando así el proceso de separación del Reino Unido de sus socios de la UE, Ley que debe ser sancionada ahora por la Reina Isabel, provocó ayer una fuerte caída de la divisa británica en relación al resto de principales monedas mundiales, lo que la llevó a situarse a sus niveles mínimos en meses.
Los inversores temen que finalmente el Gobierno opte por lo que se ha venido denominando como Brexit duro, y que termine las negociaciones sin alcanzar acuerdos en materia de inmigración y relaciones comerciales, lo que generaría una gran incertidumbre por el potencial impacto negativo que ello conllevaría para las economías británica y del resto de los que serán sus ex socios. Pero, además, el Gobierno británico deberá afrontar la “rebelión” interna de territorios como Irlanda del Norte o Escocia, que votaron en contra del Brexit y que ahora amenazan con “seguir su propio camino”, al margen del Reino Unido.
La caída de la libra propició que las compañías británicas orientadas a la exportación mantuvieran ayer un mejor tono relativo que el resto de valores, mientras que las compañías europeas con elevada exposición al Reino Unido, algunas de ellas españolas, fueron castigadas por los inversores.
Pero, además, de la caída de la libra, ayer el otro factor que lastró el comportamiento de las bolsas fue el precio del crudo. Por séptima sesión consecutiva esta variable cedió terreno, algo que no ocurría desde el mes de enero de 2016, situándose de esta forma a su nivel más bajo desde el mes de noviembre. La brusca caída que ha experimentado el precio del crudo está empezando a cuestionar nuevamente las inversiones en el sector, lo que pesa como una losa no sólo sobre el precio de las acciones de las petroleras sino también sobre la cotización de las compañías que, como las ingenierías o las fabricantes de tubos, dan servicio o proveen de equipos a las primeras.
Además, este movimiento bajista del precio de esta materia prima está provocando que muchos inversores se cuestionen las ahora más elevadas expectativas de inflación, lo que tuvo ayer un impacto positivo en los bonos, cuyos precios subieron mientras descendían sus rentabilidades. El detonante ayer de la caída de los precios del crudo fueron las noticias publicadas sobre la producción de Arabia Saudita en el mes de febrero.
Mientras que en el informe mensual de la OPEP se reflejaba un nuevo descenso de la misma de unos 70.000 barriles al día, las cifras facilitadas por el mismo país elevaron su producción en el citado mes en cerca de 300.000 barriles al día, hasta alcanzar nuevamente los 10 millones de barriles al día. No obstante, todo apunta que este incremento de producción va dirigido al almacenamiento interno, por lo que no es recogido por los estadísticos de la OPEP.
Por otro lado, cabe señalar que el Instituto Americano del Petróleo (API) publicó ayer, tras el cierre del mercado del crudo, que los inventarios de crudo bajaron en la última semana en medio millón de barriles en EE.UU. cuando los analistas esperaban que volvieran a subir, en 3,5 millones. Este hecho ha provocado esta madrugada el fuerte repunte del precio del petróleo en los mercados asiáticos, lo que entendemos permitirá a las petroleras, cuando abran las bolsas europeas, recuperar parte de lo cedido en bolsa en las últimas sesiones.
Por tanto, será el petróleo uno de los factores a seguir durante una jornada que estará condicionada desde su inicio por la mencionada reunión del FOMC. En este sentido, señalar que los inversores dan por hecho que la Fed subirá en un cuarto de punto porcentual su tipo de interés de refinanciación, hasta situarlo en una banda de entre el 0,75% y el 1,0%. No obstante, la atención de los mercados se centrará principalmente en las nuevas estimaciones que sobre la evolución de los tipos de interés en los próximos años den a conocer los distintos miembros del FOMC, lo que se denomina como dot plot o diagrama de puntos.
En este sentido, señalar que no esperamos que haya cambios en lo que hace referencia a 2017, con los miembros del Comité manteniendo sus expectativas de tres alzas de tipos en el año –de incrementarse hasta cuatro los mercados de bonos y de renta variable van a reaccionar muy negativamente-, aunque no descartamos que sí los haya en los que hace referencia a 2018 y 2019. No obstante, esperamos que Yellen, en su comparecencia ante la prensa, intente “enfriar” algo los ánimos, con objeto de calmar a los inversores, mostrando, de ser necesario, su cara más prudente ("dovish").
No obstante, todo esto no ocurrirá hasta por la tarde, ya con los mercados europeos cerrados, por lo que entendemos que en las bolsas europeas se impondrá la prudencia hasta entonces, más aún teniendo en cuenta que hoy se celebran las primeras de una serie de elecciones generales en Europa.
Así, hoy elegirán a sus representantes en el Parlamento los holandeses, elecciones cuyos resultados muchos intentan, creemos que erróneamente, extrapolar a las presidenciales francesas. Para empezar, esperamos una apertura ligeramente al alza de las bolsas europeas en una sesión que volverá a ser de escasa actividad ya que muchos inversores optarán por mantenerse al margen del mercado, a la espera de acontecimientos.