Los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses fueron capaces ayer de cerrar la jornada al alza, en una sesión que estuvo desde su inicio condicionada por la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), por la celebración en Holanda de elecciones legislativas y por la volatilidad del precio del crudo.
Para empezar, y tal y como esperábamos, los mercados de valores europeos abrieron al alza, alzas que se fueron consolidando a medida que avanzaba la sesión, con los valores relacionados con las materias primas y los metales, los directamente e indirectamente dependientes del precio del crudo y los bancos ejerciendo de soporte para los índices. Igualmente, el mercado de bonos mostró gran solidez, lo que provocó la caída generalizada de las rentabilidades. En un “mercado perfecto” ello habría favorecido el comportamiento de los valores de corte más defensivo, que ofrecen elevadas rentabilidades por dividendo y que, por ello, compiten con los bonos, y penalizado el de los bancos, pero ayer ocurrió todo lo contrario.
Destacar, por otra parte, el buen comportamiento que tuvo ayer el precio del crudo tras siete días de caídas ininterrumpidas. En ello tuvieron mucho que ver dos hechos: i) el informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), en el que esta institución volvió a reiterar que, a pesar del incremento de los inventarios de crudo en enero, si los países productores firmantes del acuerdo para reducir producciones cumplen con sus compromisos, a finales del 1S2017 habrá un desfase entre oferta y demanda de unos 500.000 barriles al día, alcanzándose así el tan deseado equilibrio en el mercado del crudo –la OPEP en su reciente boletín mensual retrasaba este hito hasta el 2S2017-; y ii) la inesperada caída de los inventarios de crudo, gasolinas y productos destilados la semana pasada en EEUU, que fue anunciada ayer por la Administración de Información de la Energía estadounidense (EIA). El rebote experimentado por el precio del petróleo favoreció la evolución en bolsa de las acciones de las grandes petroleras, que habían recibido un duro correctivo en las últimas semanas. Hoy esta variable ha continuado recuperando terreno en los mercados asiáticos, lo que debe favorecer el comportamiento de los valores directa e indirectamente relacionados con ella, al menos al comienzo de la sesión en Europa.
Por otra parte, y centrándonos en la actuación del FOMC ayer y en la reacción de los distintos mercados financieros estadounidenses a la misma señalar que, en general, cumplió con el guión esperado. Así, la Fed subió sus tipos de interés de referencia en un cuarto de punto, como descontaban los mercados, mientras que los miembros del FOMC mantuvieron sin cambios sus expectativas de tres subidas de tipos en 2017 y en 2018. Este hecho fue la clave para la buena reacción tanto de la renta variable como del mercado de bonos, así como de la brusca caída que experimentó el dólar en relación al resto de principales divisas. En este sentido, señalar, que había muchos agentes del mercado que temían que la Fed cambiase se discurso, mostrándose más agresiva en lo que a la evolución futura de sus tipos de interés hace referencia. La posibilidad de que los miembros del FOMC cambiasen su pronóstico de incremento de tipos, elevando hasta cuatro el número de intervenciones este ejercicio, era barajada por analistas e inversores, por lo que ayer muchos de ellos se sintieron aliviados, apostando nuevamente tanto por la renta variable como por los bonos. Además, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, en la rueda de prensa posterior a la reunión del FOMC logró “contentar a todos” con un discurso moderadamente optimista en relación a la reciente evolución de la economía estadounidense aunque manteniendo la prudencia necesaria para “no alarmar” a los inversores.
La buena acogida a la actuación de la Fed ayer y el resultado de las elecciones legislativas holandesas, en las que el avance del Partido por la Libertad (PVV), liderado por el populista Geert Wilders, ha sido finalmente muy inferior al esperado, lo que permitirá al actual primer ministro Mark Rutte formar nuevamente gobierno, deben facilitar una apertura al alza de las bolsas europeas. Reiterar que muchos medios y algunos inversores tenían la tentación de extrapolar los resultados de las elecciones holandesas a las presidenciales francesas, por lo que un mayor avance de lo esperado del partido de Wilders habría sido negativamente recogido por los mercados. Seguimos pensando que este análisis no es/era del todo correcto, dadas las importantes diferencias que existen entre la política holandesa y la francesa. No obstante, uno de los principales focos de incertidumbre en el ámbito político ya ha sido dejado atrás. A partir de ahora, será el inicio del proceso del brexit y las presidenciales francesas los factores que “monopolizarán los temores” de los mercados en los próximos meses.