El mercado estadounidense pareció digerir con bastante entereza el hecho de que la subida de tipos en septiembre sea cada vez más probable. Indudablemente la tendencia de corto plazo sigue siendo bajista y la de medio se mantiene en rango, pero ayer los principales selectivos lograron cerrar el día en verde, aunque es un verde anecdótico, puesto que estamos lejos de ver crecimiento sólido en las bolsas al otro lado del charco.
Hoy posiblemente tengamos una muestra más de la volatilidad que provocan estas esperas con la publicación de datos de desempleo a las 14:30; recordemos que, como decíamos ayer, los últimos acontecimientos nos llevan a pensar que el nivel de empleo se ha convertido en la piedra de toque para evaluar si finalmente será septiembre el mes elegido para la subida.
Hay un efecto curioso en los principales índices estadounidenses. Si analizamos de nuevo el número de acciones que cotizan por encima de su media de 200 días (ver primer gráfico, líneas recalculadas con origen en 1), veremos que la línea del DJIA es la única que presenta una tendencia al alza. El S&P 500 está cayendo claramente y con el Nasdaq podríamos tener alguna duda pero ha rebotado en la resistencia anterior y parece estar tomando una trayectoria descendente para entrar de nuevo en rango.
Esto significaría que las acciones del DJIA están experimentando una creciente presión compradora frente a las de los otros índices pero, ¿cuál sería la razón? Es difícil asegurarlo pero si analizamos la rentabilidad por dividendo media de cada uno de los índices (segundo gráfico, Dividend Yield) podemos ver que, como era de esperar, la del DJIA está muy por encima de las otras dos.
Con una posible subida de tipos inminente los dividendos tendrían que competir con unas rentabilidades a plazo fijo mayores y posiblemente más atractivas desde el punto de vista del binomio riesgo-recompensa. Esto podría generar movimientos, no sabemos aún si temporales o permanentes, de búsqueda de seguridad, algo que definitivamente se cumple en el DJIA, puesto que se trata del selectivo que engloba las empresas más estables del mercado americano.
A falta de novedades desde Asia, hoy tenemos una buena batería de referencias en Europa, concretamente desde Reino Unido, donde se votará la próxima subida de tipos tras el informe de inflación del Banco de Inglaterra. Desde luego, no se espera una subida de tipos inmediata, pero la balanza entre los miembros que apoyan una subida y los que abogan por mantenerlos cada vez se equilibra más. Estos amagos provocarán progresivamente el mismo efecto en la Libra que el que está sufriendo el Dólar, es decir, apreciación frente a divisas con tipos de referencia más bajos. Después de esto, Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, comparecerá para explicar la situación y dar pistas sobre el futuro. Todas estas citas van a provocar volatilidad en los cruces con la Libra por lo que habrá que vigilar la gestión del riesgo durante toda la mañana.
Los índices europeos vuelven a tomar impulso aprovechando la tregua en Grecia, de la que hoy no se está hablando demasiado y en China, que parece estabilizarse con el apoyo gubernamental. Parece que seguimos en consolidación aunque la tendencia de corto plazo parezca ser positiva, por lo que el acercamiento a resistencias será un momento crítico en todos los selectivos.
Aún hay varias bolas de partido que hay que salvar para confiar plenamente en las subidas y todas son muy importantes: potencial corrección de índices americanos, desaceleración económica en China y falta de acuerdos sólidos y creíbles a largo plazo en Grecia.