El informe del PIB de EE.UU. del tercer trimestre sorprendió a la mayoría de los economistas con un aumento espectacular del 4.9%. ¿Se avecina un cambio a la baja en el cuarto trimestre?
Las primeras estimaciones para los últimos meses de 2023 apuntan a un ritmo sustancialmente más suave de la actividad económica. Es prematuro decir con seguridad si la desaceleración marcará un punto de inflexión que lleve rápidamente a la recesión en el nuevo año o simplemente a una expansión más lenta, pero las primeras señales sugieren que la expansión sobrevivirá hasta finales de año.
Una forma productiva de estimar el flujo y reflujo del riesgo macroeconómico estadounidense en tiempo real es el seguimiento de los datos entrantes de los indicadores clave que proporcionan un resumen de la actividad económica estadounidense. Sobre esta base, los resultados se agregan en dos indicadores propios del ciclo económico (ETI y EMI) que se actualizan semanalmente en el Informe sobre el riesgo del ciclo económico estadounidense. He aquí un breve resumen de la edición actual.
Empecemos por el hecho, aún relevante, de que el ETI y el EMI siguen aferrándose al reciente repunte y se mantienen muy por encima de sus respectivos puntos de inflexión que marcan el inicio de las recesiones definidas por el NBER. La lectura actual hasta octubre refleja datos parciales, pero las cifras publicadas hasta la fecha sugieren claramente que la expansión sigue intacta al inicio del cuarto trimestre.
El uso de una técnica econométrica para proyectar el ETI y el EMI hasta diciembre muestra un claro sesgo a favor de esperar un crecimiento hasta diciembre.
La cuestión es si las cifras de los componentes subyacentes darán sorpresas a la baja que muestren que la economía se está desacelerando mucho más de lo que implican las previsiones del ETI/EMI. Se trata de un riesgo bajo, basado en las estimaciones econométricas, que tienen un historial fiable de estimación de las condiciones a corto plazo.
La fiabilidad de la previsión se pondrá a prueba en los próximos informes para los puntos de datos que faltan en los siguientes indicadores que se utilizan para calcular el ETI y el EMI.
Por el momento, la principal conclusión es que la desaceleración prevista de la actividad económica estadounidense para el cuarto trimestre será notable (en relación con el tercer trimestre), pero moderada. Podría estar gestándose una recesión, pero los datos actuales sugieren que no comenzará en el 4T.