Resulta que no importa que seas un economista de fama mundial, expresidente del banco central más importante del planeta y ahora principal responsable de la política económica de la mayor economía del mundo: si cometes un error, simplemente se admite.
"Creo que me equivoqué entonces sobre el rumbo que tomaría la inflación", dijo la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, sobre su postura de 2021 en una entrevista televisiva la semana pasada. Culpa mía.
Así pues, los estadounidenses están pagando ahora precios sin precedentes por la gasolina y por los alimentos y se enfrentan a meses de inflación muy por encima del objetivo del 2% que la mayoría de los bancos centrales consideran un nivel tolerable para la inflación porque Yellen consideró el año pasado que era un "pequeño riesgo”.
"Como he mencionado, ha habido grandes problemas imprevistos en la economía que han disparado los precios de la energía y de los alimentos y problemas de suministro que han afectado gravemente a nuestra economía y que yo —en su momento— no entendía del todo, pero ahora lo reconocemos..."
El economista Desmond Lachman calificó las declaraciones de Yellen como una disculpa a medias, puntualizando que no mencionó que las políticas de la administración habían contribuido al problema.
Por muy imprevisible que fuera otra ola de COVID o una guerra en Ucrania, el estímulo fiscal de 1,9 billones de dólares del Plan de Rescate Americano de 2021, además de los 3 billones del año anterior, estaba destinado a sobrecalentar la economía.
"Esta falta de asunción real de culpa es muy lamentable", escribe Lachman. En otras formas de gobierno, procedería una dimisión".
Los responsables de la política monetaria coinciden; otros creen inminente un "huracán" económico
Lamentablemente, Yellen no estaba sola. Los responsables de la política monetaria de la Fed que trabajaron a su lado siguieron obedientemente su ejemplo. El actual presidente de la Fed, Jerome Powell, que formó parte de la junta de gobernadores junto con Yellen durante cuatro años, cuando ella era presidenta, y dos años, cuando era vicepresidenta, calificó la inflación de "transitoria" el año pasado, hasta que se dio cuenta de lo equivocado que estaba.
Recientemente ha reconocido que "en retrospectiva", la Fed debería haber actuado antes. El presidente no decide la política monetaria él solo, pero impulsa el consenso y dirige a los economistas de la Fed en la dirección que quiere.
Ahora, todo el mundo tiene religión. Incluso Lael Brainard, la gobernadora superprudente recién ascendida a vicepresidenta, se alarmó lo suficiente la semana pasada como para decir que las subidas de medio punto previstas para junio y julio son "razonables", y que la pausa propuesta para septiembre, tal como lo plantean otros responsables de la política monetaria, es "muy difícil" de realizar.
La presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, cuya postura es considerablemente más agresiva, dijo el viernes que no está convencida de que la inflación haya tocado techo. En su opinión, en el mejor de los casos, el Comité Federal de Mercado Abierto podría recuperar la idea de las subidas de un cuarto de punto en septiembre tras las dos subidas de medio punto, pero eso dependería de los datos de inflación.
Como declaró en una entrevista: "No quiero cantar victoria en cuanto a la inflación antes de ver pruebas realmente convincentes de que nuestras acciones están empezando a hacer el trabajo de poner la demanda en mejor equilibrio con la oferta agregada".
La Oficina de Estadísticas Laborales informaba el viernes de que la contratación siguió siendo fuerte en mayo, con la creación de 390.000 puestos de empleo no agrícola. El aspecto positivo es que la remuneración media por hora aumentó sólo un 0,3% con respecto a abril, algo menos que el 0,4% previsto y el mismo aumento que el mes anterior. Pero un mes no marca una tendencia.
El fin de semana, Yellen se vio envuelta en más problemas cuando los extractos previos a la publicación de una biografía indicaron que intentó reducir el Plan de Rescate Americano de 1,9 billones de dólares aprobado en 2021 hasta en un tercio por temor a que fuera inflacionario.
La secretaria del Tesoro negó inmediatamente que hubiera intentado limitar el paquete de estímulos y reiteró su creencia de que su aprobación desempeñó un "papel central en el impulso del fuerte crecimiento hasta 2021".
La biografía, que saldrá a finales de septiembre, es obra de Owen Ullmann, un veterano redactor del USA Today, que es meticuloso en sus reportajes. El autor reconoce en los extractos que Yellen acabó apoyando la legislación una vez que ésta se tramitó en el Congreso, pero nada de eso ayuda a la credibilidad de Yellen.
Apenas un día después del reconocimiento de la inflación por parte de Yellen, Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase (NYSE:JPM), dijo que ahora ve venir un huracán económico y no sólo las nubes de tormenta que había predicho anteriormente.
"Más vale que nos preparemos", advirtió Dimon en una conferencia financiera en Nueva York, aunque no pudo precisar si se trataría de un huracán pequeño o de la "supertormenta Sandy", el mortífero huracán de 2012 que causó casi 70.000 millones de dólares en daños y acabó con las vidas de más de 200 personas.