A los defensores a ultranza del análisis fundamental, como yo mismo hace un tiempo, les recomiendo un artículo escrito hace poco por Morgan Housel, de Motley Fool, que vale la pena analizar y que dan que pensar.
- Coca-Cola (NYSE:KO) lleva 12 años consecutivos enfrentándose a caídas en el consumo del refresco. Sus stocks están en máximos históricos.
- Tesla (NASDAQ:TSLA) está cambiando el mundo y los pedidos de su nuevo coche eléctrico se han disparado. Sus stocks son más bajos ahora que hace 18 meses.
- El consumo de cigarrillos ha caído un 44% desde 1981. Las acciones de Altria (NYSE:MO) han subido un 71,00% desde el mismo año.
- Los resultados de WalMart se han triplicado desde 2000. Sus stocks han disminuido un 1,5% desde ese mismo año.
- Apple (NASDAQ:AAPL) se ha anotado un beneficio de casi un cuarto de billón de dólares desde 2012. Sus stocks apenas se han movido.
- Los beneficios de Amazon (NASDAQ:AMZN) son de casi cero desde 2012. Sus stocks se han triplicado.
- 2009 fue uno de los peores años para la economía en todo un siglo. El mercado subió un 27%.
- 2015 fue un bien año para la economía. El mercado subió un 1%.
- La economía de Brasil es un desastre. La bolsa nacional lleva dos años casi plana.
A todo esto quisiera añadir algunas observaciones de mi propia cosecha:
La economía de EE.UU. marcha a la cabeza en crecimiento, intereses y sesgo monetario, y, aún así, el dólar ha caído más de 1.200 pips frente al yen y 800 contra el euro este año.
El poder predictivo del análisis por fundamentales no es para tirar cohetes… Pero el del técnico tampoco, me temo. ¿Cuántos hombro-cabeza-hombros han fallado estrepitosamente y cuántas falsas rupturas de medias móviles y de retrocesos que no lo eran tanto habéis visto en la vida? Y si las ondas de Elliot son tan estupendas, que alguien me nombre a un gestor de cuentas, a uno solo, que lleve una cartera de 1000 millones de dólares sólo con esta “filosofía” técnica. Nadie podrá nombrarme a uno solo, ni que espere 100 años.
El análisis técnico tiene un poder apenas superior al el de la astrología para realizar predicciones con exactitud.
La razón de que ambas disciplinas fracasen tan estrepitosamente es esta: el contexto lo es todo. Invertir no tiene que ver con la lógica sino con la psicología, y cuando todo el mundo entienda este hecho, podrán tomar decisiones más mucho más inteligentes.
Aunque, en sí mismos, los análisis técnicos y fundamentales a menudo no sirven para nada, si se toman en conjunto pueden convertirse en la magia del trading porque pueden proporcionar la propiedad más escurridiza y valiosa de los mercados: el contexto.
A menudo, la típica buena operación es aquella en la que los análisis técnicos y fundamentales se confirman entre sí. Pero esta clase de combinación es rara, precisamente porque los mercados avanzan descontando mecanismos y las razones de un rally o de una caída rara vez son evidentes en el momento mismo en que se producen,
Mi planteamiento favorito es aquel en el que los fundamentales van por una vía y los técnicos no confirman esa acción en particular. Por ejemplo, la acción del USD/JPY de la semana pasada, en la que el dato de ventas al por menor de EE.UU. fue terrible, y el cambio de posición hacia una más acomodaticia de Dennis Lockhart, presidente de la Fed de Atlanta y uno de los halcones más incombustibles de la entidad, habrían debido favorecer una venta de 100 puntos en este par.
Pero no fue así, y lo que sucedió fue que el precio empezó a subir a pesar de todo este entorno más bien negativo. Cuando la acción de precios avanza en contra del sentimiento dominante, hay que prestar mucha atención. A menudo, se trata de una señal excelente para precisamente actuar en contra de la visión de consenso. Aquí es donde muchas veces conseguimos ver ese “contexto” del modo más claro.
Así pues, la próxima vez que alguien os diga que solo puede operar según los factores técnicos o que nunca en su vida ha visto un gráfico, más vale que no les hagáis el más mínimo caso y que os alejéis de ellos, pues son un tipo de traders que desconocen totalmente el terreno de juego en el que tratan de competir.
Traducido por Wordwide FX Financial Translations