Hay momentos de la historia de los mercados globales que quedarán grabados por siempre. Uno de esos es el que te voy a describir en esta columna. Detrás de este evento, puede esconderse una atractiva oportunidad de inversión.
Había sido una semana muy dura, de alto stress y gran incertidumbre. Pensé que lo peor había quedado atrás, pero se trataba solo del comienzo. Las semanas y meses posteriores hablaron por sí solas, con caídas estrepitosas de las bolsas globales que generaron un gran desconcierto y dejaron al mundo al borde del colapso total.
El domingo 14 de septiembre de 2008 veía por televisión cómo los ahora ex empleados de Lehman Brothers retiraban sus pertenencias de las oficinas de su edificio central en Manhattan, Nueva York. Al día siguiente, se firmó el acta de defunción de uno de los bancos de inversión más tradicionales e importantes de Wall Street.
La cronología de los últimos días de Lehman comenzó el 9 de septiembre, cuando el Banco de Desarrollo de Corea del Sur finalizó las charlas para avanzar con la compra de una participación accionaria en el banco.
Automáticamente las acciones se desplomaron un 45%. Al día siguiente Lehman presentó su balance que, lógicamente, decepcionó, y el 11 de septiembre las acciones se desplomaron otro 42%. Para el día viernes 12 de septiembre, Lehman solo tenía US$ 1.000 millones en la caja, que rápidamente desaparecieron. El 15 de septiembre, fue la liquidación absoluta de la empresa. Vertiginoso y doloroso fue el proceso.
Y se trató de un hito que quedó grabado por siempre en el ámbito bursátil ya que dejó al mundo al borde de una depresión económica sin precedentes en más de 75 años. Lo que vino después es historia conocida.
Hoy nos encuentra con los mercados de Wall Street en récords históricos, prácticamente con todos los sectores habiendo subido muy fuerte.
¿Hay oportunidad a la vista? Averigüémoslo….
El más golpeado, ¿el más barato?
El epicentro de la crisis financiera global fue en el sistema financiero estadounidense, con los principales bancos en situación de elevada vulnerabilidad.
Eso provocó la necesidad de rescates sin precedentes con inyecciones de capital por parte del Tesoro estadounidense que superaron todos los pronósticos iniciales.
Si bien era necesario tomar cualquier tipo de medidas para evitar el colapso, las mismas tuvieron una consecuencia muy importante sobre los accionistas de las entidades. Esa ayuda generó una licuación muy importante de las participaciones de los inversores minoritarios, al tiempo que el proceso de desintoxicación de los balances de las empresas llevó años. Y todavía persiste…
Con este panorama no es de extrañar que las acciones del sector financiero en Estados Unidos hayan sido las que menor recuperación tuvieron desde que comenzó el mercado alcista (bull market) en marzo de 2009.
Y en lo que va de año continúa siendo uno de los sectores del S&P 500 con peor evolución:
¿Por qué se da esta situación?
Principalmente porque las ganancias corporativas del sector nunca terminaron de repuntar lo suficientemente fuerte como para generar un nuevo optimismo en los inversores. Las grandes pérdidas que tuvieron en sus balances por la presencia de activos tóxicos han sido un lastre en los años siguientes a la crisis.
Adicionalmente, las políticas expansivas de los bancos centrales han jugado significativamente en contra de la recuperación de los bancos. Las bajas tasas de interés arruinaron el negocio de la intermediación financiera de las entidades al perder capacidad de acción para aplicar una mayor margen entre los depósitos y los préstamos.
Y, encima, la economía estadounidense ha venido creciendo sistemáticamente debajo de su nivel potencial durante los últimos años, lo que atentó fuertemente contra la toma de crédito por parte del consumidor americano.
¿Puede ser peor el escenario para este sector?
No lo sé. El mundo ha cambiado significativamente en estos ocho años y los desequilibrios son evidentes a nivel global. Sin embargo, hay dos cosas de lo que estoy seguro:
- Tarde o temprano se regresará a un nivel de tasas de interés más razonable en el mundo (puede tardar años).
- Si compras una acción bancaria hoy, la estás pagando barata (hay que tener paciencia).
Lo primero es un pálpito. Lo segundo es un hecho objetivo a partir de este gráfico.
Cuando analizamos el sector bancario, uno de los valores que se consideran más fidedignos es la relación Precio / Valor Libro, que surge de relacionar el valor de la acción en la Bolsa con el valor contable de la misma.
El promedio de los bancos presenta una relación P / VL de 0,95 veces, nivel solamente superior al verificado en 2008, en plena crisis. Esto nos da un parámetro de que los bancos estadounidenses no están caros. Por el contrario, lucen atractivos. El gran tema a dilucidar es cuándo van a arrancar.