Este artículo se publicó en inglés el día 3 de mayo de 2017
La producción de petróleo de esquisto ha aumentado en los últimos meses, ya que los productores de Estados Unidos buscan un aumento de los ingresos. Pretenden saldar o mantenerse al día con su deuda y obtener beneficios después de dos años de lucha. Confían en que los precios del petróleo no vuelvan a caer. Sin embargo, hay importantes indicios de que los productores de petróleo de esquisto continuarán enfrentándose a un futuro incierto, y que los crecientes costes de la producción pueden amenazar los beneficios y aumentar el riesgo de impago.
Los responsables del petróleo de esquisto han argumentado estos últimos años que el coste de la producción del mismo es menor que hace unos años debido a los avances tecnológicos y la experiencia. Para ellos, ésta es la razón principal por la que su número haya aumentado y seguirán aumentando la producción. Sin embargo, hay una fuerte discusión entre algunos veteranos de la industria sobre si el descenso de los costes se ha debido sobre todo a los bajos precios que han cobrado los proveedores de servicios durante la recesión.
Si esto es cierto, la economía de la industria de petróleo de esquisto dictaría que, mientras ésta repunte y siga aumentando la producción, los gastos por servicios seguirán aumentando y así los costes de producción aumentarán en consecuencia. En otras palabras, a diferencia de la mayoría de las otras industrias, el coste de producción de petróleo de esquisto por barril aumenta a la vez que aumenta la producción, por lo menos dentro de los niveles habituales de bombeo y la actual gama de precios.
Un aumento de la producción provocaría un incremento de los costes por barril, al menos hasta un cierto precio umbral. A menos que el precio del petróleo suba lo suficiente como para hacer soportables los aumentos de los costes, puede que sea difícil o imposible obtener beneficios en muchas circunstancias. Es posible que cualquier nivel de precios del petróleo por debajo de 60 dólares impida la obtención de beneficios a largo plazo a la mayoría de los productores.
Los inversores tienen motivos para ser prudentes en cuanto al petróleo de esquisto hasta que podamos medir exactamente el rumbo de los costes de producción al aumentar ésta.
En este sentido, Harold Hamm, director general de Continental Resources (NYSE:CLR), compareció en la Conferencia de Petróleo y Gas de Oriente Próximo del 1 de mayo y una vez más pidió a sus compañeros productores de Estados Unidos que reduzcan sus niveles de producción, para evitar que los precios caigan. Por supuesto, los productores estadounidenses tienen prohibido coordinar cualquier aumento o disminución de la producción, porque la legislación del país considera ilegal este tipo de acuerdos. Otros productores más pequeños no escucharán a Hamm, porque tienen deudas y gastos propios que pagar y necesitan producir para pagarlos. Hamm lleva solicitando esto desde hace dos años, pero sin resultado alguno.
Llegados a este punto, la mejor esperanza de subida de los precios del petróleo sigue siendo:
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El actual compromiso del grupo de miembros/no miembros de la OPEP, que pretenden disminuir la producción;
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Una gran conmoción geopolítica, como una larga lucha por la energía en Venezuela; o
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Un enorme auge económico global que conlleve un importante aumento de la demanda.