San José, 17 abr (EFE).- Ambientalistas de Costa Rica continuarán
la lucha legal y anunciaron hoy una marcha para el 22 de abril
contra la mina de oro a cielo abierto "Las Crucitas", cuya
construcción fue avalada el viernes por la Corte Suprema de
Justicia.
La presidenta de la Federación Costarricense para la Conservación
del Ambiente (Fecon), Heidy Murillo, declaró hoy a Efe que la lucha
legal "no está agotada", pues aparte del recurso de amparo declarado
"sin lugar" por la Sala Constitucional de la Corte Suprema, existe
un proceso penal abierto.
Según Murillo, la mina no puede comenzar a operar hasta que no se
resuelva ese proceso penal, aunque afirmó que más que legal, esto es
un asunto "político".
La ambientalista comentó que no les "sorprendió" el fallo de la
Sala Constitucional, pues durante el proceso percibieron
"parcialidad" de los jueces.
Murillo anunció que el 22 de abril se llevará a cabo una marcha
en San José en contra de la mina que estará ubicada a unos cinco
kilómetros de la frontera con Nicaragua, lo que también ha generado
quejas del Gobierno de ese país.
El fallo por 5 votos contra 2 de la Sala Constitucional, generó
la complacencia del Gobierno, que declaró el proyecto como de
"conveniencia nacional" en 2008, y de la empresa a cargo, Industrias
Infinito, cuya casa matriz es la canadiense Vanessa Ventures.
El presidente costarricense, Óscar Arias, expresó el viernes en
un comunicado que "en una democracia donde existe un Poder Judicial
independiente, las sentencias se acatan, se respetan y no se
cuestionan".
Además, aseguró que la decisión de los magistrados "da seguridad
jurídica" al país.
Por su lado, el presidente de Industrias Infinito, John Morgan,
dijo en un comunicado que "esta sentencia representa una gran
satisfacción para la compañía" y manifestó que ahora toca demostrar
que será "un modelo de minería moderno, socialmente responsable y
ambientalmente sostenible".
El recurso de amparo, presentado el 20 de octubre de 2008 por
Edgardo Araya en representación de la organización ambientalista
Unión Norte por la Vida, cuestionaba el decreto de "conveniencia
nacional".
Además, denunciaba contaminación de aguas, afectación del hábitat
del árbol almendro amarillo y la lapa verde, ave en peligro de
extinción, y la carencia de algunos requerimientos ambientales.
Sin embargo, la Sala declaró sin lugar el recurso y aseguró que
"las presuntas violaciones aducidas por los recurrentes difieren de
los criterios técnicos aportados, los cuales validan la ejecución
del proyecto minero sin afectación negativa para el ambiente".
La mina ha recibido todos los permisos del Gobierno para su
funcionamiento, y pretende extraer 700.000 onzas de oro (19,8
toneladas) en 10 años valoradas en unos 800 millones de dólares, y
para su construcción se deben cavar tajos y talar unas 192
hectáreas. EFE