Naciones Unidas, 22 feb (EFE).- Los piratas somalís consiguieron unos 170 millones de dólares en 2011 de los pagos por rescates de embarcaciones y tripulaciones, un aumento del 54,5 por ciento respecto a un año antes, informó hoy la ONU, que alertó de los nexos entre piratas y los radicales islámicos de Al Shabab.
Los datos que maneja Naciones Unidas detallan el aumento del pago de rescates a los piratas que operan en las costas de Somalia, quienes en 2010 ganaron 110 millones de dólares, y muestran que en 2011 de promedio recibieron 5 millones por buque secuestrado, aunque el pago más elevado fue de 10 millones por un petrolero.
El director ejecutivo de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDC), Yury Fedotov, divulgó esos datos hoy ante el Consejo de Seguridad del organismo, a cuyos miembros alertó del impacto de que ese dinero se invierte "en actividades criminales que no se limitan sólo a la piratería".
"El contrabando de armas, alcohol y drogas, además del tráfico humano, se benefician de los beneficios de la piratería", aseguró Fedotov, quien además aseguró que la ONU cuenta con "pruebas contundentes" de las colaboraciones que realizan las milicias de Al Shabab, grupo ligado a Al Qaeda, con los piratas somalís.
Esos radicales islámicos llevan años luchando contra el Gobierno de Transición de Somalia, que cuenta con el respaldo de la comunidad internacional, y hasta el pasado agosto controlaba partes de Mogadiscio, la capital del país.
La piratería es "una clara amenaza para la estabilidad de la región", indicó el experto de Naciones Unidas, quien explicó que el blanqueo de los fondos recabados por los piratas somalís causa actualmente "fuerte incrementos de los precios en el Cuerno de África y el área colindante".
Fedotov explicó que la ONUDC trabaja con muchos países de la región para luchar contra la piratería y ayudarlos a llevar ante la justicia a los piratas, y detalló que unos 1.116 jóvenes somalís están siendo o han sido ya juzgados en alrededor de veinte países por esos delitos, mientras que 688 se enfrentan a la justicia en países africanos.
El Consejo de Seguridad, presidido este mes por Togo, celebró un debate sobre la piratería en las costas de Somalia, en el que tanto Fedotov como la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Legales, Patricia O'Brien, animaron a la comunidad internacional a "hacer más para contribuir a una solución para el complejo problema de la piratería en las costas de Somalia".
"El coste humano de la piratería en las costas de Somalia es incalculable, con asesinatos y secuestros sistemáticos", indicó O'Brien durante su intervención, en la que detalló que a finales de 2011 había 265 personas secuestradas por los piratas.
La subsecretaria general explicó que el número de incidentes disminuyó en 2011, aunque alertó de que la situación es todavía "extremadamente preocupante" debido "a los niveles de violencia cada vez más altos y la expansión del impacto geográfico de la piratería".
O'Brien recordó que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, está a favor de crear en terceros países tribunales especializados en juzgar los delitos de piratería, por lo que pidió la colaboración de la comunidad internacional a ese respecto.
"Con el máximo apoyo de la comunidad internacional, se calcula que esos tribunales podrían juzgar al año hasta 1.250 acusados por piratería en concordancia con los estándares internacionales", dijo.
Horas antes del debate, el Consejo de Seguridad aprobó una resolución que aumenta hasta un máximo de 17.731 unidades, la composición de la Misión de la Unión Africana para Somalia (AMISOM) que en la actualidad cuenta con 12.000 soldados, en un movimiento con el que se persigue incrementar la presión sobre Al Shabab.
El Consejo centró su agenda en Somalia en la víspera de que el Gobierno británico presida en Londres la celebración de una conferencia internacional organizada para analizar el futuro del país africano, en la que participarán representantes de más de cincuenta países y organismos internacionales.
Entre ellos, estarán la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. EFE