Madrid, 14 ago (.).- Las peticiones de financiación de la banca española al Banco Central Europeo (BCE) se incrementaron cerca de un 28 % en julio -el 27,7 %- respecto al mismo mes del año anterior, hasta alcanzar 171.832 millones de euros, según los datos publicados hoy por el Banco de España.
En los últimos doce meses la banca española ha ido elevando sus peticiones de fondos al BCE, si bien en julio las solicitudes se redujeron respecto al mes precedente en unos 994 millones de euros, lo que supone un descenso del 0,57 %.
La misma tendencia, más acusada aún, se ve en el conjunto de países de la zona del euro, ya que en julio de este año los bancos europeos solicitaron 767.513 millones al BCE, un 57,8 % más que un año antes; frente al mes anterior se reduce apenas 133 millones.
Las peticiones de fondos de la banca española al BCE alcanzaron su máximo en agosto de 2012, cuando se pidieron 388.736 millones.
Tras el rescate de Bankia (MC:BKIA), las dificultades de las entidades para acceder al crédito a causa de la desconfianza de los mercados hacia España y los problemas de los países periféricos del euro se dejaron notar en la dependencia de la banca española frente al organismo.
Por otra parte, las entidades españolas habían adquirido a cierre de julio 270.695 millones de euros en deuda pública y bonos de bancos, que forman parte del programa de estímulo de la economía europea mediante la compra de activos impulsada por el BCE.
Estas compras, que también incluyen cédulas hipotecarias y otras titulizaciones, han crecido de forma sostenida durante el año, y desde julio de 2016 se han incrementado en cerca de 100.000 millones de euros, un 58,5 % más.
En total, los bancos centrales de la zona del euro habían destinado a comprar esos activos más de dos billones de euros, un 2,69 % más que el mes anterior y un 66 % más que en julio de 2016.
El programa de estímulos del BCE data de marzo de 2015 y consiste en que la entidad, a través de los distintos bancos centrales del área euro, adquiere cada mes una cantidad determinada de deuda pública y de entidades financieras de la zona del euro, así como bonos de empresas que no tengan la calificación de "bono basura".
El pasado diciembre, el BCE anunció que ampliaba dichos estímulos monetarios en otros nueve meses, hasta diciembre de 2017, aunque también acordó reducir a partir de este abril la cantidad de deuda que compra cada mes, de 80.000 a 60.000 millones de euros.