Sao Paulo, 21 mar (EFE).- El fabricante español de ferrocarriles Talgo señaló hoy que las negociaciones para constituir un consorcio que compita en la licitación para el tren de alta velocidad entre Río de Janeiro y Sao Paulo "están avanzadas", pero reconoció que su participación está condicionada al aplazamiento de la subasta.
"Estamos en negociaciones para constituir ese consorcio. Las negociaciones están avanzadas", dijo el presidente de Talgo, José María Oriol, en una rueda de prensa celebrada en Sao Paulo.
El directivo aseguró que en estos momentos se encuentran negociando con otras empresas, tanto brasileñas como españolas, y que la oferta de material rodante está "prácticamente lista", pero admitió que no es posible completar la propuesta antes del 11 de abril, en principio la fecha límite para la presentación de los documentos.
"Si no hay un cambio de fecha creo que es prácticamente imposible montar una oferta de esa magnitud", aseguró Oriol.
En su opinión, el principal beneficiado de un aplazamiento de la subasta es el Gobierno brasileño, porque en ese caso se presentarán más competidores.
La licitación del tren bala estaba prevista para el pasado mes de diciembre, pero el Gobierno de Brasil decidió aplazar para el 29 de abril la subasta, en la que han mostrado interés empresas de España, Francia, Alemania, China y Corea del Sur.
Sin embargo, un consorcio surcoreano es el único que tenía todos los documentos preparados para participar en la licitación de diciembre.
En esa ocasión, la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT) decidió retrasar la subasta debido a la presión de los industriales del sector ferroviario.
El proyecto ha sufrido ya numerosos retrasos. En un primer momento, se pretendía que entrara en funcionamiento antes del Mundial de fútbol de 2014, pero cada vez parece más difícil que se pueda concluir la obra antes de los Juegos Olímpicos de 2016, puesto que se calcula que las obras durarán unos seis años.
El Gobierno brasileño calcula que la inversión total del proyecto será cercana a los 35.000 millones de reales (unos 20.950 millones de dólares).
Oriol explicó que un proyecto de estas características el total de la inversión de material rodante suele oscilar entre el 7 y el 10 por ciento del total, dependiendo de las complicaciones que presente la orografía.
El presidente de Talgo se mostró confiado en las virtudes de los trenes de su compañía por ser "entre un 25 por ciento y un 30 por ciento más ligeros" que la competencia, lo que implica un menor consumo energético que puede desembocar en una reducción tarifaria.
En su opinión, el éxito del proyecto depende en gran medida del precio del trayecto, que calificó como el elemento "más sensible".
Además, dijo que la rentabilidad del proyecto debe medirse en parámetros "sociales" ya que una red de transporte ferroviario de pasajeros "retira a gente de las carreteras, transfiere personas del avión y tiene poco impacto medioambiental".
"Hay que estar aquí, hay que venir", dijo Oriol, quien calificó el mercado brasileño de "estratégico".
También habló de la posibilidad de instalar una unidad productiva en Brasil, proyecto que "dependerá del volumen de los pedidos" que reciban.
La compañía tiene también interés en diferentes proyectos para desarrollar trenes regionales.
La red ferroviaria de Brasil, de unos 28.000 kilómetros, se utiliza esencialmente para el transporte de mercancías.
La cúpula de Talgo se encuentra en Brasil para reunirse con representantes del Gobierno brasileño y del Ejecutivo del estado de Sao Paulo, además de mantener encuentros con clientes y proveedores. EFE