Madrid, 17 nov (.).- Asociaciones de transportes de mercancías y viajeros por carretera, del sector de la automoción, y del sector de producción, logística y distribución de combustibles renovables han pedido al Gobierno que apoye su solicitud para que el Parlamento Europeo (PE) los incluya en el reglamento de emisiones de CO2 para vehículos comerciales pesados.
Dichas asociaciones han elaborado un manifiesto, que han dado a conocer este viernes.
Entre esas organizaciones, están la patronal de fabricantes de automóviles, Anfac; la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP); la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees), la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic); la patronal de autobuses, Confebus, y la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM).
También firman el manifiesto la patronal de concesionarios automovilísticos, Faconauto; la de proveedores de automoción, Sernauto; la de logística, UNO, y empresas como Repsol (BME:REP) y Naturgy (BME:NTGY).
En ese manifiesto, piden al Parlamento Europeo que incluya los combustibles renovables en el reglamento de emisiones de CO2 para vehículos comerciales pesados, que los eurodiputados votarán el próximo 21 de noviembre, y solicitan el apoyo del Gobierno de España y de los europarlamentarios españoles.
Hasta ahora no se contemplan en el reglamento los combustibles renovables como solución tecnológica y los firmantes del manifiesto piden que se permitan esos combustibles neutros en carbono en el transporte pesado por carretera, pues lo consideran "fundamental" para que la descarbonización sea "asequible, sostenible, segura y socialmente justa".
El manifiesto recoge dos propuestas, la primera de ellas el reconocimiento de los combustibles neutros en CO2, también conocidos como combustibles renovables, incluyendo los que cumplan los criterios de la directiva de fomento de energías renovables (RED).
La otra propuesta es la introducción del Factor de Corrección de Carbono como metodología para tener en cuenta la contribución real de los combustibles renovables a la reducción de emisiones de CO2, pues según los firmantes, el reglamento propuesto sólo toma en consideración las emisiones del tubo de escape y no todo el ciclo de vida de los vehículos.
Con la forma para considerar las emisiones que figura actualmente en la propuesta de reglamento, sólo habría espacio para los propulsores eléctricos de batería y de pila de combustible, y para los motores de hidrógeno.
Actualmente circulan en Europa unos 6 millones de vehículos pesados y cada año se ponen en servicio 300.000, según ha indicado Astic en un comunicado, en el que dice que renovar la flota que hay que descarbonizar llevaría veinte años.
En 2021, los vehículos pesados propulsados por diésel representaban el 96 % de las ventas en Europa.
Según el manifiesto, el 77 % de las mercancías en Europa se transportan por carretera y en España el 96 %, con lo que el impacto del coste de la renovación de los vehículos sería aún mayor en España.
Los firmantes defienden que los combustibles neutros en carbono son una realidad en el mercado y pueden complementar a otras alternativas, así como compensar posibles retrasos en el desarrollo de los vehículos eléctricos y en la implantación de la infraestructura de recarga.