Investing.com – El euro retrocedió con respecto al dólar este viernes, manteniéndose próximo a mínimos semanales tras la publicación de unos decepcionantes datos sobre pedidos industriales de Alemania y lastrado también por las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.
El par EUR/USD alcanzó el nivel de 1,3598 durante la última parte de la jornada de negociación en Asia, el mínimo de la sesión; posteriormente, el par se consolidó en 1,3599, con un retroceso del 0,09%.
Era posible que el cruce encontrara un soporte en 1,3576, su nivel más bajo registrado el 26 de junio, y una resistencia en 1,3641, el máximo del 26 de junio.
Según datos oficiales de Alemania, los pedidos industriales descendieron en un 1,7% en mayo, frente a las expectativas que apuntaban a una caída del 1,0%, tras la subida del 3,4% registrada en abril, cifra que fue revisada al alza con respecto al aumento del 3,1% estimado anteriormente.
La moneda única se vio sometida a mucha presión este jueves después de que el presidente del BCE, Mario Draghi, reiterara las orientaciones prospectivas del banco e indicara que los tipos se mantendrán anclados en sus niveles actuales durante bastante tiempo.
Draghi hizo hincapié en que “la junta directiva es unánime en cuanto a su compromiso de utilizar herramientas poco convencionales, si fuera necesario, para combatir el riesgo de que el periodo de baja inflación se prolongue demasiado”.
Mientras, el billete verde siguió viéndose respaldado después de que el Departamento de Trabajo de Estados Unidos anunciara el jueves que la economía estadounidense creó el mes pasado 288.000 puestos de trabajo, superando holgadamente las expectativas que apuntaban a una subida de 212.000, y que la tasa de desempleo de la nación descendió del 6,3% del mes de mayo hasta el 6,1%, su nivel más bajo en casi seis años.
El euro retrocedió con respecto a la libra; el par EUR/GBP se dejó un 0,14% hasta 0,7923.
Se espera que los volúmenes de negociación permanezcan en niveles bajos este viernes, ya que los mercados permanecerán cerrados en Estados Unidos con motivo de la festividad del 4 de julio.