Por Jonathan Saul
LONDRES, 15 jun (Reuters) - Las exportaciones sudamericanas de cereales eclipsarán a los envíos por el mar Negro este año, a medida que aumentan las dudas sobre el acuerdo con Ucrania respaldado por las Naciones Unidas y los operadores internacionales reducen sus actividades comerciales en Rusia, según un alto ejecutivo del importante grupo de materias primas Cargill.
El acuerdo de granos del mar Negro, que permite el paso seguro de cereales a través de tres puertos ucranianos, se prorrogó el 17 de mayo por dos meses, menos de lo previsto.
"Definitivamente, el corredor no está funcionando como al principio", declaró a Reuters Jan Dieleman, presidente del negocio de transporte marítimo de Cargill.
"Ahora está más centrado en los (buques) de menor tamaño. (...) Creo que con algunas cosechas bastante grandes en Brasil, también se podría ver que parte de la demanda se traslada del mar Negro a Brasil en algún momento, en maíz, por ejemplo".
La producción récord de maíz y soja en Brasil en la actual temporada 2022/23 ha provocado una fuerte demanda de buques en Sudamérica.
Dieleman dijo que si el acuerdo del corredor de granos del mar Negro terminara, el impacto del precio sería menor "simplemente porque ya es un programa (de exportación) más pequeño".
"El mercado del grano no es el mismo que hace un año".
Dieleman añadió que la zona del mar Negro era "todavía una zona de guerra y los barcos están siendo atacados y no es lo de siempre".
Esta semana, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que Rusia está considerando retirarse del acuerdo, en el que también medió Turquía, afirmando que Occidente ha engañado a Moscú al no cumplir sus promesas de llevar los productos agrícolas rusos a los mercados mundiales.
Se espera que en el futuro disminuya el interés de las empresas occidentales por transportar cereales rusos desde el mar Negro.
En marzo, Cargill anunció que dejará de exportar grano ruso a partir de julio, aunque la naviera ha afirmado que seguirá transportando grano desde los puertos del país.
Otros grandes operadores, como Louis Dreyfus y Viterra, también se han sumado al éxodo de las exportaciones rusas de grano en los últimos meses.
"Se ha vuelto más complicado para nosotros", dijo Dieleman. "Nuestra actividad es claramente menor".
Cargill es uno de los mayores fletadores mundiales de buques de carga seca a granel.
Dieleman afirmó que la actividad naviera procedente de Rusia estaba siendo sustituida por una flota en la sombra de buques que no se fletaban del mismo modo que en los mercados internacionales.
"Vemos más flota gris/negra moviendo más mercancía. En la actualidad, esta flota representa una parte mayor de las exportaciones", afirma.
"En este mercado todavía hay un poco de autosanción y la gente no quiere involucrarse a menos que sea necesario".
(Información de Jonathan Saul; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)