Natalia Kidd
Buenos Aires, 16 jul (EFE).- La petrolera estadounidense Chevron selló hoy un pacto con la argentina YPF para el desarrollo de hidrocarburos no convencionales en el yacimiento de Vaca Muerta después de que el Gobierno argentino decretara contundentes incentivos para la actividad petrolera en el país.
El convenio suscrito hoy en Buenos Aires, por el que Chevron invertirá 1.240 millones de dólares, es el primero de este tipo que logra la petrolera controlada por el Estado argentino a catorce meses de la expropiación del 51 por ciento de sus acciones a la española Repsol.
El acuerdo se ha plasmado pese a la demanda que Repsol, que conserva una participación del 12 % en YPF, entabló en tribunales de España y de Estados Unidos contra Chevron y la petrolera argentina por competencia desleal luego de que ambas compañías iniciaran formalmente las negociaciones con vistas a este pacto.
Antes de firmar el convenio, el pasado 4 de junio, la Corte Suprema de Argentina revocó una orden de embargo dictada por un tribunal argentino sobre bienes de la filial local de Chevron por 19.552 millones de dólares en el marco de una demanda en Ecuador por daño ambiental.
Sin embargo, el último y definitivo impulso para lograr el entendimiento lo dio este lunes el Gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández, al crear por decreto un régimen de promoción de inversiones para la explotación de hidrocarburos con beneficios que no goza ningún otro sector económico en el país.
El nuevo régimen es para empresas que presenten proyectos de explotación por inversiones superiores a los 1.000 millones de dólares, como la del pacto Chevron-YPF.
Matías Carugati, economista jefe de Management & Fit, explicó a Efe que la nueva regulación parece "hecha a medida para el acuerdo con Chevron" y opinó que el convenio "es resultado del fracaso de negociaciones previas con inversores que no quisieron entrar en YPF mientras no se resuelva el conflicto con Repsol".
"A Repsol se la estatizó y a Chevron se la da un marco legal más beneficioso para que no se vaya, pese a que la evolución de la producción de la estadounidense en Argentina es peor de lo que era la española", agregó Carugati.
Además de las protestas de comunidades mapuches y grupos de izquierda, la reforma legal que ha precedido al acuerdo ha provocado tensiones políticas entre oficialismo y oposición, que ha bautizado ya la nueva normativa como "decreto Chevron".
Entre los principales beneficios del nuevo esquema, las petroleras tendrán derecho a exportar el 20 % de la producción después de 5 años sin la tributación de derechos de exportación.
Además gozarán de la libre disponibilidad del 100 % de las divisas provenientes de la exportación de los hidrocarburos, siempre que hubieran antes ingresado al país divisas por al menos 1.000 millones de dólares.
Asimismo, obtendrán precios de exportación en el mercado interno cuando, como ahora, la producción nacional no alcance a cubrir las necesidades de abastecimiento.
"Todo esto surge en un contexto de fuertes necesidades de revertir el desempeño productivo de la última década y restricciones en el mercado financiero internacional para la explotación del yacimiento Vaca Muerta por parte de YPF", dijo hoy en un informe la consultora privada Abeceb.
Abeceb señaló que las necesidades del Gobierno de "exhibir resultados positivos en la producción y generación de divisas pesan más que las contradicciones" en las regulaciones del sector y que la esgrimida "soberanía hidrocarburífera" a la hora de la expropiación de YPF.
Y esto porque el déficit energético creciente, que alcanzaría a 6.600 millones de dólares en 2013, si no se logran inversiones concretas que permitan aprovechar el potencial de recursos de Vaca Muerta, tendrá cada vez un impacto mayor en la balanza comercial argentina.
Según Carugati, el acuerdo con Chevron es un primer paso importante para la explotación de Vaca Muerta, pero "no implica necesariamente que vengan nuevos inversores", en especial a corto plazo, en un contexto de "incertidumbre política" ante el próximo proceso electoral, con comicios parlamentarios en octubre que serán clave de cara a las presidenciales de 2015. EFE