Vesna Bernardic
Zagreb, 20 feb (EFE).- La reciente suspensión por parte de Moscú del gasoducto South Stream, que pretendía llevar gas desde Rusia a los Balcanes sin pasar por Ucrania, ha reforzado las ambiciones de Croacia de convertirse en un centro regional de distribución energética.
"La renuncia de Rusia a la construcción del gasoducto South Stream ha impulsado la realización de proyectos energéticos croatas", explica a EFE el portavoz del ministerio de Economía croata, Tomislav Cerovec.
Los tres proyectos más importantes son una terminal para importar gas natural licuado en la isla de Krk, el gasoducto Adriático-Jónico (IAP) a lo largo de la costa de esos mares, y nuevos sondeos de posibles yacimientos de petróleo y gas en aguas croatas.
Se trata de proyectos que tienen prioridad en 2015 y han atraído ya gran interés en la Unión Europea y EEUU, aseguró Cerovec.
Los combates en el este de Ucrania y la suspensión del South Stream suponen un recordatorio para los países de Europa Central y Oriental de la necesidad de reducir la dependencia del gas ruso y mitigar así su vulnerabilidad a las interrupciones de suministro.
El proyecto de la terminal de gas licuado en la isla Krk ha recibido ya cinco millones de euros de Bruselas para la documentación del proyecto, y Zagreb espera que la UE financie la mitad de la infraestructura, valorada en 630 millones de euros.
"La UE lo ha nombrado Proyecto de Interés Común, uno de los más importantes de la Estrategia Europea de Seguridad Energética. El mismo ha sido incluido en el plan de inversión de (el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude) Juncker", informó a Efe Mladen Antunovic, el director de la proyectada terminal "LNG Hrvatska".
Antunovic subrayó que Europa Central y Sudoriental es la región más vulnerable en cuanto a seguridad energética y la que más necesita vías alternativas de suministro.
La terminal de Krk tiene una importancia estratégica como punto de partida del futuro corredor Adriático de gas, hacía Hungría y Ucrania, y, sobre todo, como parte del corredor energético que conectará el Adriático y el Báltico, hasta la ciudad de Swinoujscie, en Polonia.
Por esos dos corredores se suministraría gas a la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Ucrania y Polonia.
La construcción de esta terminal empezará en 2016 y terminará en 2019, y tendrá una capacidad anual de 4.000 a 6.000 millones de metros cúbicos de gas.
Empresas de EEUU y Catar han mostrado interés en suministrar gas para alimentar esa terminal, según Antunovic.
A su vez, el gasoducto Adriático-Jónico (IAP) que recorrerá 500 kilómetros de la costa adriática y hará posible el suministro de gas desde la terminal de Krk a Bosnia, Montenegro y Albania, conectará Croacia con el gasoducto Trans-Adriático (TAP).
Este último proyecto de tubería de unos 870 kilómetros traerá gas desde el Mar Caspio a través de Turquía, Grecia y Albania hasta el sur de Italia.
"De esta forma, Croacia será un país de tránsito para el que el gas natural de la cuenca del Caspio llegue a los usuarios de la Europa Central", subrayan en el ministerio de Economía.
Estas dos tuberías, la IAP y la TAP, comenzarán a construirse de manera paralela a partir de 2016 y los primeros suministros comenzarían a fluir en 2019.
La capacidad anual de IAP será de 5.000 millones de metros cúbicos y su coste total se estima en 618 millones de euros.
Además de estos proyectos, Croacia ha aprobado nuevos sondeos para buscar hidrocarburos en el mar Adriático.
El gobierno concedió en 2015 permisos para la prospección a la estadounidense Marathon Oil, la austríaca OMV, la croata INA y las italianas ENI (MILAN:ENI) y Medoilgas.
Las inversiones en las prospecciones, que durará entre tres y cinco años, serán de 4.000 millones de kunas (535 millones de euros).
Los expertos creen exageradas las evaluaciones de funcionarios croatas de que su país se convertirá en una "pequeña Noruega", pero consideran que Croacia podría llegar hasta a exportar gas.
La compañía noruega Spectrum aseguró el pasado año que los resultados de unos sondeos sísmicos de la plataforma submarina croata del Adriático apuntaban a que es muy probable que existan importantes yacimientos de hidrocarburos.
El país produce en torno a 1,7 mil millones de metros cúbicos de gas natural, lo que cubre un 65 % de sus necesidades, y 600.000 toneladas de petróleo, lo que sirve para satisfacer el 20 % del consumo.
Para facilitar el transporte y almacenamiento del gas y petróleo extraídos, el puerto de Ploce, a 100 kilómetros de Dubrovnik, será convertido en los próximos tres años en un gran centro logístico, gracias a inversiones privadas de 60 millones de euros.