Ginebra, 16 jun (EFE).- El constructor automovilístico
estadounidense General Motors ha firmado un acuerdo de intenciones
para vender Saab Automobile AB al fabricante de vehículos de lujo
sueco Koenigsegg Group AB.
Dicho acuerdo "garantiza el futuro de Saab", señaló un comunicado
de General Motors, que tuvo que declararse en quiebra el pasado 1 de
junio.
Koenigsegg, fundado en 1994, fabrica automóviles deportivos de
lujo, y produjo una veintena en 2008, al precio de más de un millón
de euros cada uno.
Con sede en Anhelholm, el sur de Suecia, este constructor sólo
emplea a 45 personas.
La venta, que se espera cerrar a finales del tercer trimestre de
este año, incluye un compromiso de financiación de 600 millones de
dólares del Banco de Inversiones Europeo garantizado por el gobierno
sueco.
El apoyo adicional para financiar las operaciones y las
inversiones del programa de producto de Saab debe ser proporcionado
por GM y Koenigsegg Group AB.
"Este es otro paso significativo en la reinvención de GM y sus
operaciones europeas", señaló el presidente de GM Europa, Carl-Peter
Forster.
"Saab es una marca de automóviles sumamente respetada y con gran
potencial. El cierre de este acuerdo representa la mejor oportunidad
para Saab para emerger como una empresa más fuerte", agregó.
En su opinión, la fortaleza financiera de Koenigsegg Group y su
capacidad para crear coches suecos de altas prestaciones de
categoría mundial de manera sumamente eficiente, "hizo que esta
fuera la mejor opción tanto para Saab como para General Motors".
La venta estará sujeta a las condiciones habituales de cierre,
incluyendo las aprobaciones legislativas, del gobierno y de las
cortes.
El constructor de automóviles sueco Saab no consiguió tener
beneficios en los dos últimos decenios, bajo el gigante de Detroit
GB, más que un año.
El año pasado, Saab sólo representó el 1,1 por ciento de todas
las ventas mundiales de GM, llegando a caer por debajo de las
100.000 unidades vendidas, el mismo nivel de 1990.
La marca sueca ha sido penalizada por la crisis económica, pero
también por la antigüedad de sus modelos de alta gama.
Las primeras dificultades financieras de Saab aparecieron a
finales de los años 80, y después de tres años de pérdidas, General
Motors compró el 50 por ciento de su capital en 1990, para hacerse
con la totalidad en el 2000. EFE