Por Liz Hampton
8 abr (Reuters) - Los precios del crudo en Estados Unidos alcanzaron la semana pasada su nivel más alto del año, pero la debilidad del mercado del gas natural, el aumento de los costos y la preferencia por la rentabilidad de los accionistas está impidiendo a los perforadores de esquisto aumentar el bombeo.
La semana pasada, el crudo referencial mundial Brent cotizó por encima de los 91 dólares por barril, mientras que los futuros del West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) superaron los 86 dólares, su máximo desde octubre.
Las alzas de precios reflejan los riesgos de suministro derivados de los ataques a la infraestructura petrolera rusa y al transporte marítimo mundial, así como los recortes de producción en curso por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+).
A principios de mes, Bank of America (NYSE:BAC) elevó sus perspectivas de precios del Brent y el WTI para 2024 a 86 y 81 dólares por barril, respectivamente, y dijo que es probable que ambos alcancen máximos en torno a los 95 dólares este verano boreal.
Estos precios más altos hasta ahora no han sido suficientes para hacer que los perforadores estadounidenses aumenten la producción, según los operadores y ejecutivos de empresas de servicios, ya que muchos están lidiando con una fuerte caída en el valor del gas producido junto con su petróleo.
En Texas, Luisiana y Nuevo México, los productores ya redujeron el bombeo en el primer trimestre debido al aumento de los costos. El precio de equilibrio para perforar un nuevo pozo en la Cuenca Pérmica, el principal yacimiento de esquisto de Estados Unidos, subió 4 dólares por barril en el último año, según un estudio del Banco de la Reserva Federal de Dallas.
Ahora, los bajos precios del gas están creando nuevos retos. Los futuros del Henry Hub, la referencia del gas estadounidense, cotizan por debajo de 1,80 dólares por millón de unidades térmicas británicas (mmBtu), y a principios de año cayeron a mínimos de tres años y medio por el clima cálido y el exceso de oferta.
"Necesitamos que los precios del gas lleguen a 2,50 dólares para que aumente la actividad en general. Los clientes de la Cuenca Pérmica que tienen gas asociado están viendo diferenciales terribles", dijo Mark Marmo, presidente ejecutivo de la empresa petrolera Deep Well Services.
En el oeste de Texas, los productores están pagando para que los transportistas acepten su gas. Los precios en el centro de Waha han estado por debajo de cero en varias sesiones desde marzo, señal de que la oferta está superando con creces la demanda y la capacidad de los gasoductos.
Los productores pueden responder reduciendo su producción o pagando para seguir extrayendo gas del subsuelo.
"La capacidad limitada de los gasoductos y las plantas de procesamiento de gas ha estrangulado la producción petrolera en partes de la Cuenca Pérmica", dijo Tim Roberson, presidente de Texas Standard Oil. "Si los precios del crudo son lo suficientemente altos, el precio del gas se convierte en un factor menos importante en la economía general del bombeo".
Se espera que la producción petrolera de Estados Unidos crezca en 260.000 barriles por día (bpd) este año, hasta un récord de 13,19 millones de bpd, pero muy por detrás del crecimiento de más de 1 millón de bpd que vio entre 2022 y 2023, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.
La producción de esquisto de Estados Unidos ha superado persistentemente las estimaciones recientes, pero los analistas del mercado no se han visto tentados a elevar sus previsiones de crecimiento en respuesta a la subida de los precios.
El menor acceso a la financiación y las presiones de los inversores para obtener mayores rendimientos están frenando las expansiones de la producción petrolera, dijo Brad James, presidente ejecutivo de Enterprise Offshore Drilling.
(Reporte adicional de Scott DiSavino en Nueva York; editado en español por Carlos Serrano)