Investing.com -- Los precios del petróleo se dispararon el lunes después de que Arabia Saudita, el mayor exportador del mundo, se comprometiera durante el fin de semana a recortar la producción en un millón de barriles diarios más a partir de julio, en un intento por sostener un mercado golpeado por los vientos en contra macroeconómicos.
Hacia las 09:05 ET (13:05 GMT), los futuros del crudo estadounidense cotizaban un 2.5% al alza, a 73.53 dólares el barril, mientras que el contrato del Brent subía un 2.3%, a 77.88 dólares el barril.
Arabia Saudita, líder de facto del grupo de principales productores conocido como OPEP+, anunció el domingo que la producción del reino bajaría a 9 millones de barriles diarios en julio desde los cerca de 10 millones de barriles diarios de mayo, el mayor recorte del país en años.
Este recorte voluntario se suma al acuerdo en curso de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, incluida Rusia, para limitar la oferta hasta 2024.
"La prórroga de los recortes de la oferta hasta finales de 2024 no debería cambiar drásticamente las perspectivas", afirman los analistas de ING (AS:INGA) en una nota. "Sin embargo, el factor de apoyo a corto plazo es el nuevo recorte voluntario de Arabia Saudita. Esto debería proporcionar un cierto repunte inmediato limitado para el mercado, y también debería reforzar el compromiso de Arabia Saudita de intentar poner un suelo bajo el mercado”.
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La OPEP+ bombea alrededor del 40% del crudo mundial, y sus decisiones son importantes para dar estabilidad a los mercados energéticos globales, dijo el lunes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El recorte saudí puede apoyar los precios a corto plazo al restringir la oferta, pero no es probable que la dinámica general de la demanda mejore mucho durante gran parte de este año.
La Reserva Federal se reúne la próxima semana y podría subir las tasas de interés una vez más, ya que la inflación sigue siendo elevada, lo que deprimiría aún más la actividad económica en el mayor consumidor de crudo del mundo.
Esta postura de línea dura ha impulsado al dólar estadounidense, que alcanzó un nuevo máximo de dos meses a primera hora del lunes, encareciendo el petróleo para los tenedores de otras divisas.
Además, la esperada recuperación económica de China tras el levantamiento de sus severas restricciones por COVID ha sido mucho más lenta de lo previsto, lo que significa que el repunte de la demanda del mayor importador mundial ha decepcionado.
"Por el momento, las perspectivas macroeconómicas siguen siendo un factor más importante para los precios que las variables fundamentales", añadió ING.