Nueva York, 11 may (EFE).- El fiscal de Nueva York, Andrew Cuomo,
presentó hoy una demanda civil contra la financiera Ivy Asset
Management y dos de sus ex ejecutivos por engañar deliberadamente a
algunos de sus clientes en inversiones vinculadas con Bernard
Madoff, que les provocaron pérdidas de 227 millones de dólares.
La Fiscalía federal de Nueva York informó hoy que esa firma,
filial de Bank of New York Mellon, así como su ex consejero delegado
Lawrence Simon y el antiguo director ejecutivo de inversiones Howard
Wohl, ocultaron a sus clientes información financiera negativa sobre
las actividades de Madoff, quien cumple una condena de 150 años de
prisión por fraude.
Esta consultora facturó entre 1998 y 2008 alrededor de 40
millones de dólares por asesorar a clientes que tenían inversiones
con el ex financiero neoyorquino, por lo que haberles ofrecido toda
la información de la que disponía podría haberle hecho perder parte
de esos ingresos.
La Fiscalía alega en su demanda que Ivy sabía que Madoff no
estaba invirtiendo los fondos tal y como aseguraba, pero correos
electrónicos internos revelan que no compartió esa información con
sus clientes, entre los que se incluyen algunos fondos de pensiones
neoyorquinos, por temor a perder ingresos y comisiones.
"Los acusados violaron su responsabilidad básica como asesores de
inversiones al poner sus propios intereses financieros por delante
de los de sus clientes", manifestó Cuomo en un comunicado de prensa,
en el que detalló que los clientes asesorados por Ivy perdieron al
menos 227 millones de dólares con sus inversiones en el negocio de
Madoff.
La Fiscalía ha constatado que esa consultora poseía información
de que Madoff estaba usando activos de sus clientes para financiar
las actividades de su empresa en lugar de invertirlos en los
mercados, y que los ejecutivos acusados eran conscientes de que
colocar fondos a través de esa compañía implicaba un elevado riesgo.
Durante su investigación, la Fiscalía obtuvo documentos internos
que reflejan la desconfianza que tenían los ejecutivos acerca de las
actividades de Madoff, entre ellos una comunicación de Wohl con un
subordinado en la que señala que ese financiero "es un fraude".
En 1998, ese mismo ejecutivo recomendó al consejero delegado de
Ivy que se retiraran los fondos invertidos con Madoff, pero Simon
consideró que no debían hacerlo porque eso podía llevar a otros
clientes a retirar su dinero, con la consiguiente pérdida de
ingresos para la consultora.
Un año después, Ivy envió cartas a clientes en las que
manifestaba: "no tenemos motivo para creer que hay algo impropio en
la forma de operar de Madoff", según la Fiscalía.
En otras misivas enviadas entre 1998 y 2004 a clientes con
grandes cantidades invertidas con ese financiero, Ivy sólo mostraba
preocupación con su "capacidad para gestionar lo que debe ser una
enorme cartera de capital con resultados sobresalientes tan
sistemáticos".
La Fiscalía acusa a la consultora y a esos dos ex ejecutivos de
violar la ley estatal en transacciones de activos y no cumplir con
sus obligaciones en el asesoramiento de clientes, y le reclama
compensaciones por los perjuicios causados, así como la devolución
de las comisiones recibidas con esas actividades. EFE