Antonio Broto
Pekín, 8 sep (EFE).- Las dos grandes operadoras chinas de
telefonía, China Mobile y China Unicom, inician desde el próximo mes
de octubre una interesante batalla por el mercado nacional de los
móviles de tercera generación (3G), en la que Telefónica, socia de
la segunda firma, se juega gran parte de su futuro en Asia.
China Unicom, la más pequeña de las dos compañías, anunció a
finales de agosto que tras meses de arduas negociaciones se quedaba
con el "buque insignia" de estos móviles, el iPhone de Apple, y que
en octubre comenzaría a venderlo en el gigante asiático, donde el
famoso teléfono táctil llega con un año de retraso con respecto a
otros mercados.
Apenas unos días después, el 1 de septiembre, su rival China
Mobile -la mayor telefónica del mundo- contraatacaba anunciando el
lanzamiento de ocho modelos de "Ophones", también 3G y de aspecto
similar al de Apple pero desarrollados por la flor y nata de las
firmas tecnológicas, desde Lenovo y Dell a LG y Phillips.
Las dos firmas posicionaban así sus armas de cara a una batalla
que en China ha comenzado tarde con respecto a Occidente, ya que las
autoridades chinas no otorgaron las licencias de 3G hasta enero de
este año, sólo después de reestructurar el mercado de
telecomunicaciones chino y fusionar China Unicom con China Netcom.
Mientras se calientan motores para el lanzamiento al mercado de
iPhones y Ophones, llega repentinamente un acuerdo entre China
Unicom y Telefónica a través de un intercambio de acciones, firmado
el pasado 6 de septiembre y que puede influir decisivamente en el
futuro de las dos operadoras, china y española.
Telefónica, que pasó de poseer el 5,38% a tener el 8,06% de las
acciones de Unicom, refuerza posiciones en la compañía hasta ahora
"segundona" en el mercado chino (249 millones de suscriptores frente
a los 493 millones de China Mobile), pero que puede reducir
diferencias si consigue calcar en el mercado nacional el éxito
internacional que ha tenido el iPhone.
China Unicom, por su parte, da el primer paso de una compañía de
telecomunicaciones china al exterior, al adquirir un 0,88 por ciento
de las acciones de Telefónica, lo que supone el pistoletazo de
salida para la incursión en los mercados europeo y sobre todo el
latinoamericano, donde ya están presentes las fabricantes chinas de
móviles (principalmente Huawei).
Telefónica y China Unicom, en conjunto, suman más de 550 millones
de usuarios en China, Europa y Latinoamérica, un tamaño comparable a
las dos mayores gigantes del sector (la estadounidense AT&T y la
mencionada China Mobile).
Sin embargo, hará falta superar las aguas revueltas creadas en el
mercado chino no sólo por la crisis mundial, sino también por la
reforma del sector de telecomunicaciones de 2008 y la compra de
licencias de 3G, que ha dejado en una situación no muy boyante a las
empresas nacionales.
China Unicom recogió beneficios de 973 millones de dólares en el
primer semestre, aunque fueron un 42,1 por ciento menores que en el
mismo periodo de 2008.
Su rival China Mobile tuvo en ese mismo periodo ganancias de
8.094 millones de dólares (en su caso si ganó, un 1,4 por ciento
más, aunque las expectativas eran mucho mayores).
Los de China Telecom, tercera en discordia en el mercado
nacional, ascendieron a 1.230 millones de dólares, una caída del
27,5 por ciento.
Telefónica se la juega en un mercado marcado por la incertidumbre
de la llegada de la telefonía 3G, en un país donde el número de
usuarios de móvil parece seguir creciendo sin límites y ya alcanza
los 700 millones de clientes, casi uno de cada dos habitantes en el
país más poblado del mundo.
Y donde el iPhone chino no sólo competirá con los nuevos Ophones,
sino también con los iPhones que se venden en el mercado negro, ya
que desde hace un año las tiendas de 'souvenirs' de ciudades como
Pekín y Shanghai llevaban ya tiempo ofreciendo el aparato,
desbloqueado y de contrabando a los turistas y tecnoadictos. EFE