Es de sobra conocido el amor por el queso en Francia, pero en estos tiempos de pandemia, los productos queseros con denominación de origen controlada no tienen suficiente distribución. Unas 5.000 toneladas de queso de calidad no llegaron al consumidor en los últimos meses. Y las ventas han caído como nunca, según explica Michel Lacoste, Presidente del Consejo Nacional de Denominación de Origen de productos lácteos.
"Desde el comienzo de la crisis, las ventas de nuestro queso con denominación de origen cayeron más del 60%, y esa caída en las ventas va del 70 al 100 por cien para algunos agricultores y pequeñas empresas que hoy ven en riesgo su negocio", explica Michel Lacoste, Presidente del Consejo Nacional de Denominación de Origen de los productos lácteos.
Con los restaurantes cerrados, el comercio internacional en caída libre y la clientela habitual encauzada por fuerza al supermercado, las pérdidas para la industria del queso son enormes.
"Estimamos las pérdidas debido al confinamiento a 157 millones de euros para la fabricación de queso con denominación de origen protegida en Francia", concluye Michel Lacoste, del Consejo Nacional de Denominación de Origen de los productos lácteos.
De momento, los productores no han recibido apoyo alguno del gobierno y piden ayuda a la Unión Europea en esta época de vacas flacas debido a la crisis del Covid-19.
Francia, el país de los mil quesos, produce casi 2 millones de toneladas de queso al año.