Por Kevin Yao y Pete Sweeney
PEKÍN (Reuters) - La economía de China se expandió a una tasa interanual de un 7,0 por ciento entre abril y junio, estable respecto al trimestre anterior y levemente por encima las estimaciones de analistas, pero aún se esperan nuevas medidas de estímulo tras el desplome del mercado bursátil local.
El 2015 ha sido un año difícil para la segunda economía más grande del mundo. La desaceleración del crecimiento en el comercio, la inversión y la demanda interna se ha visto agravada por un enfriamiento del sector inmobiliario, la presión deflacionaria y por la caída reciente de las acciones chinas.
Por ello, la reciente sucesión de datos que muestran señales de mejoría podría ayudar a respaldar la confianza en la efectividad de unas medidas previas de apoyo.
Analistas consultados por Reuters habían estimado que el Producto Interior Bruto (PIB) de la segunda mayor economía mundial se expandiera un 6,9 por ciento en el segundo trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, comparado con el crecimiento de un 7,0 por ciento entre enero y marzo.
En una base trimestral, la economía creció un 1,7 por ciento en comparación con el 1,4 por ciento en el trimestre de marzo, dijo el miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas.
Los datos de actividad mensual, publicados junto con el informe del PIB, también superaron las expectativas en todos los ámbitos para ofrecer señales de un rebote, y la producción fabril anotó un máximo en cinco meses.
La oficina de estadísticas dijo que los cambios, que incluyeron condiciones del empleo mejores que las previstas, habían sido "ganados con esfuerzo", pero se necesitan más medidas para consolidar la recuperación.
"También hay que tener en cuenta que el entorno económico doméstico y externo sigue siendo complejo, y la recuperación económica mundial es tortuosa y lenta", dijo el comunicado de la oficina.
Datos conocidos el martes mostraron que el crédito bancario aumentó fuertemente en junio, gracias al apoyo del banco central, pero no está claro cuánto de ese nuevo crédito fluyó a la economía real, en lugar de apoyar la especulación del mercado de valores.
Datos publicados el miércoles mostraron que la inversión en activos de renta fija subió un 11,4 por ciento en una tasa interanual en los primeros seis meses del 2015, mientras que el crecimiento de la producción industrial se aceleró a un 6,8 por ciento.
Las ventas minoristas se aceleraron a un 10,6 por ciento, lo que sugiere un efecto económico más amplio.
Algunos han cuestionado la veracidad de los datos oficiales publicados recientemente, diciendo que no encajan con otras señales de debilidad general, en particular las cifras de inflación.
La oficina de estadísticas insistió el miércoles en que los datos de crecimiento son precisos y rechazó las sugerencias de que las cifras están siendo infladas.
Sin embargo, los mercados de valores chinos no celebraron la noticia y los principales índices bursátiles cedían casi un 3 por ciento a primera hora.
El Gobierno aún está tratando de estabilizar su mercado bursátil, que perdió hasta un 30 por ciento en unas pocas semanas por las venta de pánico antes de que Pekín interviniera con una serie de medidas de apoyo.