Washington, 7 dic (EFE).- El vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, almorzó hoy con varios ciudadanos en un restaurante de Virginia, entre ellos un inmigrante colombiano, para instar al Congreso a que evite un "precipicio fiscal" y prorrogue los recortes de impuestos para la clase media.
"El inconveniente de caer en ese precipicio (...) es muy real. Este no es el momento de aumentar la carga de la gente de clase media", dijo Biden, rodeado de siete personas en un restaurante de Arlington (Virginia), colindante con Washington.
Entre los siete invitados al almuerzo con Biden figuró el colombiano Fernando Garavito, nacionalizado estadounidense y padre de dos hijos. Su esposa perdió su empleo y la familia depende únicamente de su salario, dijo.
Los Garavito, que viven en Potomac (Maryland), conforman la típica clase media que se vería afectada si suben los impuestos, reduciendo su poder adquisitivo y su capacidad para cubrir sus necesidades básicas de techo y comida.
Mientras, Bob Hage, un pequeño empresario de Pennington (Nueva Jersey) y padre de tres hijos, incluyendo dos mellizas con serias discapacidades, dijo que si el Gobierno le aumenta los impuestos tendrá que eliminar algunas de las terapias y actividades clave para el desarrollo de sus hijas.
Al afirmar que la economía se mantiene "en una trayectoria positiva", Biden se hizo eco del pedido de la Casa Blanca de que los republicanos del Congreso no "mantengan como rehén el alivio (tributario) para la clase media".
De no lograrse un acuerdo fiscal antes de fin de año, habría un aumento de impuestos para todos, y una familia de clase media afrontaría en promedio impuestos adicionales por 2.200 dólares en 2013.
Biden dijo a los periodistas que un aumento de impuestos significaría que las familias de clase media tendrían que eliminar clases de piano, gimnasia y demás actividades recreativas para sus hijos.
Según Biden, la solución a la amenaza del "precipicio fiscal", esa combinación de aumentos de impuestos y masivos recortes al gasto público a partir de enero próximo, está en manos del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.
El problema se resolvería en "15 minutos" por la vía legislativa si Boehner aceptara, como pide la Casa Blanca, que se aumenten los impuestos solo para los más ricos, explicó Biden, haciendo un chasquido.
Pero Boehner se quejó hoy de que caer en el "precipicio fiscal" es la "estrategia deliberada" del presidente Barack Obama, y reiteró su advertencia de que "nada sucederá si el presidente insiste en hacerlo a su manera".
Obama insiste en que el Congreso prorrogue los recortes de impuestos, que vencen a finales de mes, solo para quienes ganan menos de 250.000 dólares anuales, a cambio de efectuar reformas en los programas de beneficencia social.
Pero los republicanos exigen mayores recortes al gasto público y rechazan la idea de excluir de la prórroga de recortes tributarios a los más ricos.
Biden destacó la necesidad de elaborar "un mecanismo" para evitar la acritud en el Congreso a la hora de negociar el aumento del techo de la deuda nacional, otro gran enfrentamiento entre el Legislativo y la Casa Blanca en 2013.
El vicepresidente se confesó un "optimista" porque lo trae "en los genes", por lo que confía en que el Congreso logrará el ansiado pacto fiscal.
Funcionarios de alto rango de la Administración Obama se mantienen en contacto con líderes del Congreso para continuar las negociaciones entre bambalinas.
La visita de Biden al restaurante forma parte de una ofensiva de relaciones públicas de la Casa Blanca para presionar al Congreso a que resuelva la situación actual.
La semana pasada, Biden hizo compras navideñas en un almacén mayorista para destacar que el "precipicio fiscal" podría afectar a la temporada de compras navideñas y, de paso, la recuperación económica.
Alan B. Krueger, presidente del Concejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, dijo hoy que la tasa de desempleo, que bajó a 7,7%, es "otra señal de que la economía estadounidense continúa curándose de las heridas infligidas por la peor ralentización desde la Gran Depresión".
Krueger, al igual que otros funcionarios, reiteró que el Congreso debe aprobar medidas para fortalecer a la economía y la clase media. EFE
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