Washington, 12 mar (EFE).- Estados Unidos se convirtió en 2011 en exportador neto de petróleo y redujo sus importaciones de petróleo en 1 millón de barriles diarios en el último año, indicó hoy un informe elaborado por la Administración del presidente Barack Obama.
El reporte destacó los "significativos progresos" en la eficiencia energética en EE.UU. y subrayó que se ha pasado de importar en 2008 el 57 % del petróleo consumido al 45 % en 2011, el nivel más bajo en los últimos 16 años.
"Desde que el presidente Obama tomase posesión, la dependencia de petróleo extranjero ha descendido cada año", precisó.
Asimismo, el informe, titulado "Un futuro energético seguro" y firmado por el secretario de Energía, Steven Chu, y el secretario de Transporte, Ray Lahood, resalta los avances en materia energética con el "objetivo de convertir a los EE.UU. en líderes de la carrera energética limpia".
Estos datos salen a la luz pública justo cuando EE.UU. afronta crecientes subidas en los precios de la gasolina, que ya superan los 4 dólares por galón (3,78 litros) algo de lo que los republicanos se han apresurado en responsabilizar al presidente estadounidense.
"Los actuales altos precios de la gasolina son un doloroso recuerdo de que todavía debemos trabajar mucho para liberarnos de nuestra dependencia de petróleo extranjero y tomar control de nuestro futuro energético", afirmó el presidente Obama.
Entre las medidas tomadas por Washington, el informe resalta los incentivos para aumentar la producción segura doméstica de crudo y gas, y mayores exigencias de eficiencia energética en el transporte y la vivienda.
Sin embargo, los republicanos han continuado con sus ataques y han calificado estas medidas como un "receta" para los altos precios de la gasolina.
"Encuesta tras encuesta los estadounidenses demuestran de manera abrumadora la gestión de Obama en lo referente a los precios de la gasolina", indicó hoy Brendan Buck, portavoz del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.
Los altos precios de los carburantes sirven de munición entre republicanos y demócratas, en pleno año electoral, para ganar respaldo popular en un contexto de frágil recuperación económica.
Los republicanos acusan a la Casa Blanca de impedir la exploración y aprobación de nuevos proyectos petroleros, como el oleoducto Keystone que unía Canadá con Texas, lo que dispara el precio de los combustibles.
Por su parte, Obama defiende políticas energéticas a largo plazo y critica a los republicanos por plantear salir de problema simplemente abriendo y perforando más pozos. EFE