Rio de Janeiro, 19 nov (.).- El presidente de Paraguay, Santiago Peña, defendió este martes, durante su participación en la cumbre del G20 en Brasil, la necesidad de una transición energética basada en "principios justos" y señaló que los países desarrollados "no deben imponer cargas indebidas" a las naciones en desarrollo.
"La amenaza ominosa y urgente del cambio climático nos obliga a unirnos para diseñar modelos efectivos que permitan descarbonizar nuestros sistemas energéticos", afirmó Peña en su discurso, difundido por la Presidencia paraguaya.
En ese sentido, destacó que esos modelos "deben reconocer las desigualdades globales y los desafíos específicos que enfrentan los países en desarrollo, especialmente en el acceso a recursos financieros".
"Paraguay -agregó- no es parte del problema, pero sí es claramente parte de la solución a la crisis del cambio climático".
El jefe de Estado, que fue invitado al cónclave por su colega brasileño y anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, describió a su país como "un líder mundial en la producción de energía limpia", al señalar que contribuye "con sólo un 0,02% a las emisiones globales".
Además, afirmó que Paraguay es uno de los pocos países, "si no el único, con una matriz energética 100 % limpia, renovable y verde en el mundo".
Entre otros, destacó que su país posee las hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá, compartidas con Brasil y Argentina, como un "ejemplo no sólo de integración inteligente y relaciones exteriores fraternas", sino de su compromiso con la energía limpia.
De igual forma, resaltó que su país "alberga una biodiversidad única", con bosques que cubren el 44,3 % de su territorio y un 15% designado como áreas naturales protegidas, y que es el sexto mayor productor mundial de soja, con un 94,5% de las áreas de cultivo en la Región Oriental de su territorio sin deforestación desde 2004.