Berlín, 8 may (.).- Estonia, Letonia, Lituania y Polonia criticaron hoy a Berlín y a la Comisión Europea (CE) por apostar por la construcción del gasoducto Nord Stream II -de Rusia a Alemania por el mar Báltico- por considerar que se trata de un "proyecto político" que lastra el mercado común y su seguridad energética.
Los primeros ministros de estos cuatro países subrayaron su postura común en una rueda de prensa que celebraron en Tallín, en la que abogaron por acabar con su dependencia energética de Rusia.
"El Nord Stream II es un proyecto político", aseguró la primera ministra polaca, Beata Szydlo, que dijo que mantendrá su denuncia contra la CE -que suscriben también los tres países bálticos- por apoyar esta iniciativa, que "no contribuye a la seguridad energética de la UE".
El primer ministro letón, Maris Kucinskis, recalcó su apoyo a Varsovia y subrayó que, a su juicio, el Nord Stream II "es un proyecto político, ni económico ni comercial", que no cumple con la normativa comunitaria.
Este mismo fue destacado por el primer ministro de Estonia, Juri Ratas, quien consideró que el polémico gasoducto germano-ruso "no cumple con los objetivos de la unidad energética".
Saulius Skvernelis, primer ministro lituano, fue un paso más allá y afirmó que el proyecto tendrá "un impacto negativo en el mercado del gas europeo".
A su juicio, la "sincronización" del mercado energético en la UE "no se puede posponer", por lo que aplaudió los esfuerzos para conectar con un gasoducto los bálticos y Polonia.
El estonio subrayó la importancia de independizarse energéticamente de Rusia -que suministra a estos países el grueso de sus necesidades- y señaló que los cuatro han acordado clarificar su posición sobre este asunto para final de año.
La CE decidió en marzo no bloquear el proyecto del Nord Stream II de la energética rusa Gazprom (MCX:GAZP) y propuso encontrar una "solución política" entre los países de la UE y Moscú para solventar las preocupaciones de algunos miembros, como los nórdicos, los bálticos, Polonia, Bulgaria e Italia.
Sin embargo, Bruselas adujo que no tenía motivos para prohibir el proyecto y solicitó a los países miembros que autoricen a buscar un acuerdo con Rusia que defina el marco legal del Nord Stream II y lo ajuste a sus prioridades.
No obstante, el proyecto, apoyado por Alemania, podría comprometer la seguridad de suministro energético de la UE, su estrategia de diversificación y el futuro del tránsito ucraniano.
El gasoducto permitiría a Gazprom transportar gas natural desde Rusia hasta Alemania sin pasar por Ucrania, país por el que transita hasta ahora casi la mitad del gas ruso que llega a Europa.