París, 4 dic (EFE).- La compañía de servicios medioambientales Veolia Environnement suprimirá entre 700 y 750 empleos en su negocio de tratamiento del agua en Francia, esencialmente en los servicios administrativos y de soporte.
Los representantes de los trabajadores de Veolia fueron informados por la dirección de ese plan de ajuste, que se hará en principio con salidas voluntarias si hay suficientes candidatos.
Pero si no se llega a la cifra planteada por la empresa habrá despidos por causa económica, explicó el sindicalista Franck Le Roux, de la Confederación General del Trabajo (CGT), en declaraciones hoy por la emisora France Info.
Le Roux señaló que esperaban que la medida afectara a los puestos de explotación de las plantas de agua, pero al final, según les comunicaron ayer, será sobre todo a los servicios administrativos.
Hervé Deroubaix, de la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), recordó también en France Info que en marzo Veolia había anunciado su intención de eliminar 1.500 empleos, un 10 % del total de los efectivos en Francia, y la cifra se revisó posteriormente al alza hasta 1.600.
La empresa había previsto la eliminación de unos 900 empleos al no cubrirse las vacantes de las personas que debían dejar la empresa en 2013-2014, sobre todo por jubilación. Eso significaba que faltaba por determinar qué intenciones tenía para 700 suplementarios.
Deroubaix, que calificó de "mercenario" al nuevo responsable de Veolia encargado de esta reestructuración, se quejó de que se haya justificado la medida para garantizar la viabilidad de la empresa, pero que al mismo tiempo no se les hayan dado más detalles.
Veolia indicó que sus márgenes se han deteriorado en el negocio del agua en Francia, pero también que tiene que hacer frente a una deuda de entre 8.000 y 9.000 millones de euros.
El plan de ajuste debe ser validado por el consejo de administración el próximo 11 de diciembre, según los sindicatos, y luego será objeto de una reunión con el comité de empresa el día 20.
Preguntado por los planes de Veolia, el primer ministro francés, el socialista Jean-Marc Ayrault, advirtió hoy de que la ley de la reforma laboral impulsada por su Gobierno establece que desde que una empresa se encuentra en dificultad, debe abrirse un proceso de concertación, que implica a los representantes del personal, para buscar salidas.
"No me imagino que la ley no se aplique en este marco", comentó en una entrevista a la emisora de radio RTL Ayrault, quien insistió en que "los asalariados no son variables de ajuste" y que "el Gobierno está para vigilar" que se respete su dispositivo legislativo. EFE