Londres, 18 abr (EFE).- La industria turística europea afronta ya
pérdidas superiores a los 1.000 millones de libras (1.140 millones
de euros) por el cierre desde hace cuatro días de buena parte del
espacio aéreo del norte del continente a causa de la erupción del
volcán islandés.
Esa es la valoración que hizo hoy la empresa de asesoría
británica Lewis PR, que advirtió además de que "los trastornos para
los viajeros probablemente continuarán al menos dos semanas más".
"Los cuatro días de interrupción del tráfico aéreo comercial
habrán costado hasta ahora a la industria turística y de viajes
europea bien por encima de los 1.000 millones de libras, por la
cancelación de vuelos, las habitaciones de hotel perdidas y los
cruceros vacíos", explicó Lewis PR en un comunicado.
Paul Charles, directivo de esta empresa de asesoría que fue
directivo de Virgin Atlantic Airways y de Eurostar, comentó que
"sólo el sector de las aerolíneas afronta unas pérdidas masivas por
la pérdida de ingresos y por el enorme coste que representa realojar
y repatriar a los pasajeros atrapados".
Charles consideró que las consecuencias de la erupción del volcán
islandés, sumados a las numerosas cancelaciones que se produjeron el
pasado invierno a causa de la nieve, han situado a numerosas
compañías del sector "al borde de la quiebra".
"En un momento de post-recesión, estas empresas tienen escasas o
nulas reservas de efectivo para afrontar un revés y se van a ver en
una situación rayana con la bancarrota. Es un momento inestable y
sin precedentes para muchos en la industria", añadió Charles.
Este experto destacó que las implicaciones económicas de que los
aviones de media Europa lleven parados cuatro días son innumerables,
con "costes relacionados con que los trabajadores no puedan volver a
sus trabajos porque están atrapados o que no se pueda hacer entrega
de suministros vitales de comida fresca y medicamentos vitales".
La preocupación de los dirigentes políticos también es creciente
y el primer ministro británico, Gordon Brown, trató hoy de
tranquilizar a los ciudadanos, manifestando que el espacio aéreo se
reabrirá "lo más rápidamente posible".
En declaraciones a la BBC, Brown aseguró que "la primera
prioridad" del Gobierno es la seguridad de los pasajeros y dijo que
las decisiones se tomarán en función de lo que constaten los
científicos sobre la situación de la nube de ceniza volcánica.
"Queremos que se produzca el menor número posible de trastornos.
Queremos abrir el espacio aéreo lo más rápidamente posible. Tenemos
que trabajar con el resto de la Unión Europea (UE) para hacerlo,
porque todo el mundo afronta un desafío similar", dijo.
"Este es uno de los trastornos más inesperados y grave que ha
sufrido la industria. Creo que hemos aprendido mucho sobre cuál
puede ser el efecto de la ceniza volcánica", señaló el primer
ministro, quien advirtió de que "estas nubes volcánicas pueden
permanecer en el cielo todavía durante algún tiempo".
Brown también expresó su confianza en que las compañías de ferrys
y de trenes, que se están beneficiando económicamente de esta
situación, no aprovechen para subir sus tarifas.
"Poner más servicios o operar más ferrys no debe implicar la
tentación de explotar el hecho de que hay un número muy limitado de
plazas para viajar", indicó el mandatario británico.
Sobre el perjuicio económico que están sufriendo las empresas,
expresó su confianza en que "puedan obtener respaldo de la Unión
Europea, procedente de su fondo de solidaridad". EFE