Por Marco Oehrl Investing.com Alemania
Investing.com - El Bitcoin se parece mucho al dólar. En algunas partes del mundo se ama y es de curso legal, mientras que en otras se demoniza. No hay ninguna regulación que se acerque a la del mercado financiero establecido.
Esta circunstancia hace que los proveedores de servicios de criptografía tengan que adaptarse constantemente a los requisitos normativos locales con sus términos y condiciones. Esto frena el interés por el sector, ya que la gama de servicios que se ofrecen se topa con la resistencia de la normativa.
En la UE, las bolsas de criptomonedas lo tienen especialmente difícil, porque hasta ahora no existe un marco regulador uniforme para la zona euro. Para los proveedores de servicios, esto significa que hay que adquirir licencias por separado para cada país y que hay que cumplir diferentes condiciones. El director general de Bitstamp, Jean-Baptiste Graftieaux, dijo lo siguiente al respecto:
"Lo que estamos viendo actualmente en Europa no es muy inteligente. Un proveedor de servicios de criptografía que quiera hacer negocios en Europa tiene que registrarse por separado, como proveedor de servicios de activos virtuales (VASP) en cada país. Cada país tiene sus propios requisitos".
Cabe suponer que algunas empresas dudan en entrar en el mercado europeo porque el esfuerzo es demasiado grande en este momento. La Comisión Europea también lo reconoció y presentó el proyecto MiCA (Markets in Crypt-Assets) en septiembre de 2020. Esto tiene el potencial de facilitar el trabajo de las bolsas de criptomonedas en el futuro, como explicó Grafieaux:
"Bastará entonces con que establezca sus actividades en un país como conforme a la MiCA y luego las actividades comerciales podrán extenderse a los distintos países europeos".
Sin embargo, este impulso no se espera hasta dentro de 18 meses como mínimo y, hasta entonces, Europa seguirá siendo un terreno accidentado y rocoso para el sector de las criptomonedas.