A principios de este año, el CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, respondió a la controversia que rodea a los movimientos de XRP diciendo que Ripple no puede controlar el precio de su token asociado más de lo que las ballenas de Bitcoin (BTC) controlan el precio de la principal criptomoneda.
En cuanto a la relación de Ripple con XRP, dijo: "En la comunidad de XRP, Ripple es el mayor propietario, y lo que he señalado es que somos la parte más interesada en el éxito del ecosistema de XRP". Añadió que Ripple nunca arrojaría sus participaciones en XRP al mercado, ya que hacerlo no es lo que más le conviene a la empresa.
Desde que tomó el timón de la compañía fintech centrada en los pagos en 2015, Garlinghouse ha supervisado su rápida expansión a nuevos mercados, el lanzamiento de nuevas subsidiarias y filiales, y defendió a Ripple en controversias públicas.