La minería de Bitcoin implica un delicado equilibrio entre múltiples partes móviles. Los mineros ya tienen que enfrentarse a costes de capital y operativos, reparaciones inesperadas, retrasos en el envío de productos y una regulación inesperada que puede variar de un país a otro -y en el caso de Estados Unidos, de un estado a otro-. Además, también han tenido que lidiar con la precipitada caída de Bitcoin de 69,000 a 17,600 dólares.
A pesar de que el precio de BTC ha bajado un 65% desde su máximo histórico, el consenso general entre los mineros es mantener la calma y seguir apilando sats, pero eso no significa que el mercado haya tocado fondo todavía.
En un panel exclusivo de mineros de Bitcoin organizado por Cointelegraph, el director general de Luxor, Nick Hansen, dijo: "Definitivamente va a haber una crisis de capital en las empresas que cotizan en bolsa o, al menos, no sólo en las que cotizan en bolsa. Probablemente hay cerca de 4,000 millones de dólares en nuevos ASIC que hay que pagar a medida que salen, y ese capital ya no está disponible."