La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que el crecimiento de la blockchain en Malta ha creado importantes riesgos de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo en la economía de la isla, según los medios de comunicación locales.
Malta es conocida por su política criptoamigable, cuyos esfuerzos en este campo le han valido el apodo de "isla blockchain". Sin embargo, su empuje para convertirse en el centro internacional de criptos ha atraído las críticas tanto de los organismos de control mundiales como de la oposición local.