2020 podría ser el año en que las compañías de criptomonedas den un paso adelante y se lancen al mercado. Mientras los principales actores de la industria observan con cautela las oportunidades de obtener la aprobación de las autoridades reguladoras, el CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, aprovechó la prestigiosa cumbre del Foro Económico Mundial de Davos para anunciar que la empresa estaba considerando una oferta pública inicial (IPO, por sus siglas en inglés) más adelante en el año.
Las empresas de criptomonedas que buscan salir a las bolsas tradicionales se enfrentan a una paradoja. Las empresas financieras a menudo tienen que cumplir con normas regulatorias estrictas. Si no se tranquiliza adecuadamente a los reguladores, las empresas pueden quedar excluidas de los mercados lucrativos o verse obligadas a cerrar. Pero simplemente saltar al otro extremo del espectro e intentar la mayor integración posible con la corriente financiera tradicional no es tan fácil como parece. Muchos inversores y empresas financieras principales son reacios a asumir el alto nivel de riesgo asociado con las criptomonedas o simplemente no entienden nada de esta industria.
No obstante, hay notables excepciones. Muchos de los titanes financieros del mundo están experimentando tanto con la tecnología Blockchain como con las criptomonedas. Una carrera global está en marcha para desarrollar monedas digitales de bancos centrales. Las mayores compañías tecnológicas del mundo también están trabajando en ambiciosos esquemas de establecimiento que podrían cambiar el mundo de los pagos tal y como lo conocemos. Las ideas están ahí, pero las empresas están luchando por despegar.