Esta es una rutina muy común para la gran mayoría de las empresas de la américa latina: para atender a sus consumidores, venden productos y servicios a plazos. Es decir, dividen el pago total en cuotas más pequeñas durante un período determinado. Esto permite que un artículo de mayor valor sea adquirido por aquellos que no cuentan con los recursos necesarios en ese momento.
El caso es que, en estos casos, es la propia empresa la que corre el riesgo de complicaciones financieras y de no disponer de caja para su propia estructura. La anticipación de cuentas por cobrar fue una de las soluciones encontradas, pero hoy existe una nueva posibilidad, mucho más segura y rentable: la tokenización de cuentas por cobrar. Este concepto representa el futuro de las operaciones financieras en el continente.
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