MADRID (Reuters) - El Gobierno español dio el viernes el pistoletazo de salida a los presupuestos de 2016 con la aprobación del techo de gasto, y aprovechó para mejorar sus previsiones económicas y aprobar una rebaja fiscal y de la luz en un ambiente de precampaña ante las elecciones generales previstas para final de año.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy, que ha ido perdiendo apoyos durante una dura crisis en la que tuvo que subir impuestos en contra de su programa y aprobar medidas impopulares nada más llegar al poder en 2011, quiere terminar la Legislatura "devolviendo a los ciudadanos los esfuerzos realizados".
El Partido Popular está prácticamente empatado con los socialistas y con el partido antiausteridad Podemos en las encuestas, y la carta económica es su mejor baza para atraer a un electorado descontento además con una serie de escándalos de corrupción que le han salpicado en los últimos años.
El Gobierno aspira a dejar por el momento atadas las cuentas del próximo año para garantizar una continuidad en su política económica salga quien salga elegido en las urnas, y dio el viernes el primer paso aprobando una reducción del 4,4 por ciento del límite de gasto no financiero de la Administración central para 2016.
Ese recorte de 5.666 millones de euros, hasta un total de 123.394 millones, se realizará fundamentalmente de las partidas correspondientes a la carga de intereses y a las prestaciones por desempleo por la caída del número de parados, puesto que los gastos de los ministerios se mantendrán en los niveles de este año.
"PRESUPUESTO MARCADO POR LA AUSTERIDAD"
"Sigue siendo un presupuesto marcado por la austeridad, que no por los recortes", dijo el viernes el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, en la rueda de prensa tras la reunión semanal del Consejo de Ministros.
La idea del Ejecutivo es elaborar los presupuestos generales antes de que acabe la Legislatura, lo que obligaría a adelantar la tramitación de las cuentas del Estado, -que habitualmente comienza en septiembre y finaliza en diciembre- y habilitar el funcionamiento de las Cortes durante el verano.
Además, dirigiéndose a un colectivo que se ha visto muy castigado por los recortes de gasto público durante la crisis, Montoro dijo que la intención del Ejecutivo es elevar el sueldo de los empleados públicos después de cinco años de congelación salarial.
"Hay que mejorar la retribución de los funcionarios (...) La función pública hay que dignificarla y mejorarla y en eso vamos a trabajar en la última parte de la legislatura", dijo.
Tratando de recuperar la iniciativa y exhibiendo músculo económico, el Gobierno también aprobó el viernes una revisión del cuadro macro, que mejora las expectativas de crecimiento para la economía española hasta un 3,3 por ciento y prevé una mayor reducción del paro a la esperada hace unos meses, con expectativas de crear 602.000 empleos este año.
REBAJA DE IMPUESTOS Y DE LA LUZ
Gracias al incremento de la recaudación y el buen ritmo de creación de empleo del arranque del año, el Ejecutivo dio luz verde igualmente a la bajada de impuestos prevista para enero de 2016, con la idea además de que esta inyección de liquidez de unos 1.500 millones de euros genere efectos positivos en el consumo e impulse aún más el crecimiento económico.
Montoro dijo que la rebaja del IRPF superará el 20 por ciento para más del 80 por ciento de los 20 millones de contribuyentes y será compatible con el cumplimiento por parte de España del objetivo de reducir el déficit público en 2016 al 2,8 por ciento del PIB desde el 4,2 por ciento previsto para este año.
El ministro confirmó que Hacienda tendrá que utilizar una nueva tarifa transitoria para aplicar este recorte fiscal, que dejará el tipo marginal mínimo del impuesto sobre la renta en el 19,5 por ciento (desde el 20% actual) y el máximo en el 46% (desde el 47%).
La rebaja fiscal también llegará a cerca de 800.000 autónomos, que verán incrementada su liquidez en 263 euros de media en lo que queda de año gracias a que el tipo de retención para profesionales se reducirá del 19 al 15 por ciento, dijo el Gobierno.
En otro guiño a los consumidores, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció además por sorpresa el viernes una rebaja en la parte regulada del recibo eléctrico de una media del 2,1 por ciento.