Santiago de Chile, 24 mar (EFE).- El ministro chileno de Hacienda, Felipe Laraín, reiteró hoy la proyección de un crecimiento de la economía de un 6,1 por ciento este año, pero llamó "a no cantar victoria todavía", debido a perturbaciones externas que pueden afectar el desempeño del país.
"Este año la economía chilena podría crecer un 6,1 por ciento, por sobre el 5,2 por ciento registrado en 2010", afirmó Larraín, durante un foro empresarial este jueves.
Destacó el ministro el escenario actual del país, con un elevado dinamismo a partir del segundo trimestre de 2010, con una tasa promedio de crecimiento de 6,4 %, y el buen pie con que inició 2011, con una expansión del 6,8 % en enero.
También resaltó la creación récord de empleo en 2010 (488.400 nuevos puestos de trabajo), el robusto crecimiento del consumo, el aumento de la confianza empresarial, la sólida recuperación de la inversión y el despegue de las exportaciones tras la crisis de 2009-2009 y el terremoto de febrero de 2010.
Sin embargo, "las buenas cifras de 2010 y las buenas expectativas para 2011 no nos hacen cantar victoria todavía", debido a perturbaciones externas, matizó.
Entre ellas, mencionó las dudas sobre la recuperación de Estados Unidos, los temores persistentes por la situación fiscal de algunos países de Europa, los efectos del terremoto y tsunami en Japón, y el aumento de los precios de productos agrícolas y del petróleo, que han elevado las expectativas de inflación y presionan al alza las tasas de interés.
A juicio del responsable de las finanzas chilenas, la de mayor riesgo es el alza del petróleo, "por las incertidumbres que genera".
En ese marco, Larraín defendió la decisión del Gobierno de rebajar desde un 5,5 a un 5,0 por ciento del PIB el aumento del gasto público este año, lo que supone un menor desembolso fiscal de entre 750 y 800 millones de dólares para contribuir a la contención de las presiones inflacionarias.
Precisó que con esta medida se benefician las personas, especialmente los hogares más pobres, al contener la inflación, las empresas, especialmente las Pymes, al mantener acotado el aumento de las tasas de interés, y el sector exportador, al disminuir las presiones sobre el tipo de cambio.
Larraín hizo un llamamiento "a todos los sectores económicos, políticos y sociales del país, a seguir "trabajando muy duro" para lograr las "ambiciosas metas" que se ha trazado el Gobierno, de derrotar la indigencia en 2014 y sentar las bases para alcanzar el desarrollo en 2018.
"Tenemos que trabajar unidos con los empresarios, con los trabajadores, con las distintas agrupaciones sociales, con el Congreso, con la oposición, para que este país salga adelante", manifestó a los periodistas, al término de su exposición en el foro. EFE