Pekín, 13 oct (EFE).- El Consejo de Estado chino (Ejecutivo) aprobó anoche un plan de choque para ayudar a las pequeñas y medianas empresas del país a que afronten los graves problemas de falta de crédito que sufren muchas de ellas, informó hoy la agencia oficial Xinhua.
El plan incluye apoyos financieros y fiscales, y así por ejemplo ordena a los bancos que aumenten los créditos para los pequeños negocios, ya que en los últimos meses muchas entidades han rechazado prestar a las pymes, optando por firmas estatales de mayor tamaño.
Según el Consejo de Estado, los créditos a las pequeñas empresas por parte de los bancos deberán aumentar en un porcentaje igual o superior a la media de crecimiento de los préstamos bancarios nacionales.
Además, se prohíbe a los bancos cobrar tasas de administración, de asesoramiento financiero y otras "cuotas no razonables" a las pymes, según la orden del Ejecutivo presidido por el primer ministro Wen Jiabao.
Por otro lado, el actual coeficiente de caja de los bancos chinos (un 21 por ciento de los depósitos de las entidades no puede utilizarse en créditos) podría descender en el caso de pequeñas instituciones financieras cuyos préstamos suelen estar más dirigidos a las pymes.
En cuanto a las ayudas fiscales, se aumentarán los umbrales impositivos, y se eliminará durante tres años el impuesto a los contratos a las pequeñas firmas.
Las medidas se toman a raíz de los crecientes problemas que las pymes chinas están encontrando para proseguir sus negocios, un efecto secundario de las estrictas medidas de contención de la economía que el Gobierno chino ha tomado este año para reducir la fuerte inflación (del 6,2 por ciento en agosto).
Estas medidas, que han incluido tres subidas de tipos de interés y seis del coeficiente de caja en lo que va de año, han provocado la negativa de muchos bancos a prestar dinero a las pymes, y, consecuentemente, fuertes problemas financieros de éstas y progresivos endeudamientos.
La ciudad oriental china de Wenzhou, situada en la provincia más desarrollada del país y que durante años simbolizó el éxito del empresariado privado, se ha convertido ahora en el más claro ejemplo de la crítica situación que viven estas pymes, hasta el punto que unos 80 empresarios de la localidad han huido del país por la imposibilidad de pagar sus deudas e incluso alguno se ha suicidado.
La dramática situación de Wenzhou llevó al primer ministro Wen a visitar la ciudad la semana pasada, prometiendo que el Gobierno llevaría a cabo políticas de ayuda a las pequeñas empresas.
Según el comunicado emitido ayer por el Consejo de Estado, las pymes "juegan un papel insustituible en el crecimiento económico, el aumento del empleo, el impulso a la innovación científica y tecnológica y el mantenimiento de la estabilidad social". EFE