Davos (Suiza), 24 ene (EFE).- El galardón "Ojo Público", conocido como "los premios de la vergüenza" fueron concedidos hoy al banco estadounidense Goldman Sachs y la petrolera holandesa-británica Shell, por haber atentado contra los derechos humanos y por haber cometido crímenes contra el medio ambiente.
Estos galardones los conceden anualmente Greenpeace y la ONG suiza Declaración de Berna y se revelan y conceden en la exclusiva estación alpina de Davos, paralelamente a la celebración del Foro Económico que reúne a centenas de altos ejecutivos de las mayores corporaciones del mundo.
"Este año premiamos dos sociedades que representan de manera ejemplar a los miembros del Foro Económico Mundial y aquellas empresas cuyos delitos en el ámbito social y ecológico revelan la cara oculta de una globalización enfocada exclusivamente a la búsqueda de beneficios", reveló la organización.
El jurado del premio de este año -presidido por el alemán Ulrich Thielemann, conocido por abogar por le Ética de la Economía- fue concedido a Goldman Sachs.
"La impertinencia de Goldman Sachs en la manera de cómo ocultó la deuda griega es increíble. El comportamiento de Goldman Sachs y de otros que actúan como ellos socava la democracia al transformar pérdidas privadas en deuda pública que tendrán que pagar los ciudadanos con sus impuestos", afirmó Thielemann en la rueda de prensa de presentación.
"Goldman Sachs es responsable de que millones de personas hayan caído en la pobreza, es responsable de debilitar la democracia, es responsable de incrementar la brecha entre ricos y pobres, es responsable de incrementar el poder de los negocios por encima de la democracia", sentenció el presidente de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo.
"Goldman Sachs manipula el mercado de las materias primas y hace aumentar el precio de los alimentos con la especulación, lo que lleva a la pobreza y al hambre a millones de personas", agregó.
"Y todo ello en un contexto en que el banco repartió recientemente 100 millones de dólares en bonos a sus 12 altos ejecutivos. Es necesario que haya asunción de responsabilidades y que este tipo de bancos no se escuden en que son 'demasiado grandes para caer'", concluyó Naidoo.
Por su parte, Andreas Missbach, experto financiero de la Declaración de Berna, afirmó al respecto de Goldman Sachs:
"Los productos derivados de Goldman Sachs que permitieron a Grecia integrar la Unión Monetaria de manera fraudulenta han hipotecado el futuro de la población griega".
"Hay centenares de personas que trabajan sin sueldo en Grecia sólo para mantener la esperanza...solía llamarse esclavitud. Antes de la crisis había 400.000 desempleados y ahora hay 1.400.000, el 26'8 % de la población activa, pero este año llegaremos a 30 %. Muchos no tienen subsidio de desempleo y a pesar de ellos tienen que pagar impuestos", explicó la periodista griega Evridiki Bersi.
"Lo peor es que Goldman Sachs y sus socios no van a parar en Grecia, Portugal, y España, están buscando nuevas víctimas y serán los ciudadanos de otros países europeos", sentenció Bersi.
El premio del público, según la voluntad de 41.800 votantes, fue concedido a Shell, por su "comportamiento irresponsable".
El público la eligió por estar implicada en la búsqueda de hidrocarburos en el Ártico, "algo que ha sido posible gracias al cambio climático, que ellos mismos colaboraron a generar".
"Shell ha invertido 4.500 millones de dólares en un proyecto insensato, muy arriesgado y que es una fuente inagotable de problemas que pueden derivar en una catástrofe económica de dimensiones incalculables", advirtió Naidoo.
Shell tiene el "honor" de haber obtenido el premio dos veces, ya que ya le fue otorgado en 2005 por sus actividades contaminantes en Nigeria, y por no pararlas a pesar de que no sólo estaba destruyendo hábitats sino mermando la salud de sus habitantes", recordó Missbach. EFE