Brasilia, 19 abr (EFE).- El Gobierno brasileño se dispone a
licitar mañana las obras para una colosal represa hidroeléctrica que
se construirá en la Amazonía, pese al rechazo de indios, campesinos,
ecologistas, Ministerio Público y algunos famosos de Hollywood.
La represa de Belo Monte, un proyecto que se arrastra desde 1979
y fue recuperado por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva,
supondrá inundar un área de 506 kilómetros cuadrados y desplazar a
cerca de 50.000 indios y campesinos, según han denunciado los grupos
que se oponen a su construcción.
El proyecto plantea levantar sobre el río Xingú, en el municipio
de Altamira, del estado amazónico de Pará, una mole de concreto que
será la tercera mayor hidroeléctrica del mundo, por detrás de las de
Tres Gargantas (China) e Itaipú (Brasil y Paraguay).
Según los cálculos del Gobierno, la obra costará 10.600 millones
de dólares, tendrá una capacidad de generación de 11.233 megavatios
y creará 18.700 empleos directos.
La semana pasada, los opositores al proyecto recibieron apoyo del
cineasta canadiense James Cameron, director de "Avatar", y de dos de
los protagonistas del taquillero filme: Sigourney Weaver y Joel
David Moore.
Los tres participaron en una protesta organizada en Brasilia por
grupos de indios y campesinos que serán directamente afectados por
las obras.
En los últimos días, el proyecto ha sido objeto de una continúa
puja judicial entre el Gobierno y quienes consideran que la represa
provocará un severo daño ecológico y humano en el llamado "pulmón
vegetal del planeta".
Los más firmes alegatos contra la represa han sido esgrimidos por
el Ministerio Público Federal, que ha presentado dos acciones ante
la justicia con el fin de impedir las obras.
Los fiscales dijeron haber detectado fallos en la concesión de
licitación y también que el proyecto tiene una incompatibilidad
constitucional, pues abarcará parte de tierras indígenas protegidas
como reservas naturales.
La semana pasada, un juez federal ordenó cancelar la licitación,
pero la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), organismo
oficial a cargo del proyecto, logró que otro magistrado anulara esa
sentencia.
El pulso en la justicia puede continuar hasta último momento,
pues el Ministerio Público presentó hoy una nueva demanda contra la
represa, en la que volvió a solicitar la cancelación de la subasta
anunciada por la Aneel para mañana.
Algunos grupos de indígenas también prosiguieron hoy con sus
protestas en Brasilia e incluso se concentraron frente a la sede de
la Fundación Nacional del Indio (Funai, oficial), a la que acusaron
de "traicionar a los pueblos originarios" para apoyar "los proyectos
de Lula y las empresas".
Pese al empeño del Gobierno, el proyecto no terminó de convencer
siquiera a compañías inicialmente interesadas, como las poderosas
Odebrecht y Camargo Correa, que se retiraron de la licitación por la
falta de "condiciones económicas y políticas" atractivas.
Hasta la semana pasada, sólo mantenía su inscripción un consorcio
formado por las compañías Vale, Votorantim Energía, Furnas y Andrade
Gutiérrez, entre otras.
El pasado viernes, sin embargo, un grupo de compañías del Estado
asociadas con la constructora Queiroz Galvão y otras empresas del
sector privado formalizó su interés en la subasta.
Antes de eso, el Gobierno había anunciado nuevas facilidades para
intentar animar a los empresarios, como financiación del Banco de
Desarrollo Económico y Social (BNDES) y una reducción tributaria
para el consorcio que se adjudique la licitación. EFE