Washington, 25 ene (EFE).- La Reserva Federal de Estados Unidos inició hoy una reunión de dos días para analizar su política monetaria, si bien los analistas no esperan cambios en los bajos tipos de interés ni en el polémico programa de estímulo monetario de 600.000 millones de dólares.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que dirige la política monetaria de EE.UU., concluirá mañana su primera reunión del año con un comunicado, emitido a las 19.15 GMT, que contendrá su diagnóstico sobre la coyuntura económica.
La economía estadounidense retornó al crecimiento en julio de 2009, después de la recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas, pero el índice de desempleo sigue alto, en el 9,4 por ciento, y el sector inmobiliario se mantiene débil.
En noviembre pasado, la Reserva anunció un segundo programa de estímulo monetario con la compra de bonos del Tesoro a lo largo de seis meses, por importe de 600.000 millones de dólares.
A pesar de las reacciones negativas en el resto del mundo y las dudas de algunos economistas en EE.UU., la expectativa es que el banco central seguirá adelante con ese plan, que permitirá inyectar nueva liquidez en el sistema.
Desde diciembre de 2008, la Reserva ha mantenido en menos del 0,25 por ciento los tipos de interés, y los mercados esperan que esa política monetaria expansiva continúe durante todo 2011.
No obstante, la curva de los tipos de interés ha comenzado a elevarse. El mes pasado, los préstamos comerciales e industriales aumentaron a un ritmo anual del 7,6 por ciento, el mayor desde octubre de 2008.
Los indicios de una reactivación económica firme han fortalecido las advertencias de quienes creen que, con los bajos tipos y la inyección monetaria, la inflación puede subir sin control.
Dentro del Comité de Mercado Abierto, el disidente ha sido en los últimos meses el presidente del Banco de la Reserva Federal de Kansas City, Thomas Hoening, quien no está ahora en las deliberaciones porque concluyó su turno en el comité.
Pero la rotación normal de representantes de los bancos regionales del Sistema de la Reserva ha traído al comité otros funcionarios que ven peligros en la política monetaria generosa.
Uno de ellos es el presidente del Banco de la Reserva Federal de Filadelfia, Charles Plosser, quien cuando tomó posesión del cargo advirtió en su discurso que el mantenimiento del programa de estímulo podría traer resultados negativos.
El presidente de la Reserva, Ben Bernanke, y la mayoría de los miembros del Comité aparentemente siguen resueltos a continuar el estímulo en tanto el crecimiento de la actividad económica sea débil y la tasa de desempleo siga cerca del 10 por ciento.
Como resultado de sus masivas intervenciones monetarias, la hoja de balance de la Reserva Federal ha pasado de unos 873.000 millones de dólares en febrero de 2008 a casi 2,43 billones de dólares actualmente.
En el último trimestre del año pasado, el producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos creció a un ritmo anual del 3,5 por ciento, comparado con uno del 2,6 por ciento en los tres meses anteriores, de acuerdo con los cálculos de la mayoría de los economistas. El dato preliminar se conocerá el próximo viernes.
Algunos analistas creen que la Reserva Federal empezará a reducir su estímulo una vez que se consolide el aumento del crédito y, en particular, los préstamos de las empresas.
El índice de precios en gastos de consumo personal -una medida de la inflación a la cual que le presta mucha atención la Reserva y que no contiene los precios de la energía y los alimentos - subió un 0,8 por ciento entre noviembre de 2009 y noviembre pasado.
Si se incluyen todos los precios, la inflación fue del 1 por ciento anual, lejos todavía de la franja del 1,6-2 por ciento que propone la Reserva Federal como una meta saludable. EFE