Jorge A. Bañales
Washington, 19 oct (EFE).- El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos ha subido un 3,9 % en un año, el nivel más alto en tres años según informó hoy el Departamento de Trabajo en otro indicio de que la inflación empieza a acelerarse en una economía de crecimiento muy lento.
El Gobierno dijo que en septiembre el IPC subió un 0,3 % con lo cual la inflación interanual aumentó en una décima sobre la de agosto.
La información, además, significa que millones de personas que perciben los cheques del Seguro Social (la pensión de jubilación) y otros beneficios pagados por el Gobierno Federal tendrán un ajuste por costo de la vida del 3,6 %, el primero en tres años.
Si se excluyen energía y alimentos la inflación subyacente fue del 0,1 % en septiembre, y de un 2 % en los doce meses pasados, el menor incremento desde marzo.
El martes el Gobierno informó de que el índice de precios a la producción (IPP) en Estados Unidos subió un 0,8 % en septiembre, y ha aumentado un 6,9 % en un año.
Los datos apuntan a una presión inflacionaria que podría limitar el margen de maniobra de la Reserva Federal para continuar con sus estímulos monetarios hacia una reactivación económica que sigue parsimoniosa a más de dos años del fin de la peor recesión en casi ocho décadas.
La Reserva Federal presta más atención a la inflación subyacente y considera aceptable y saludable un margen de aumento de precios situado entre el 1 y el 2 %.
Pero los consumidores, agobiados por una tasa de desempleo del 9,1 % y un estancamiento de los salarios reales, se fijan más en datos como que en un año hasta septiembre los precios de la energía han subido un 19,3 % y los de los alimentos un 4,7 %.
Otro informe del Departamento de Trabajo indicó hoy que las remuneraciones reales semanales de los trabajadores subieron un 0,2 % en septiembre. Desde octubre de 2010 cuando alcanzaron su cima, los salarios reales han caído en un 2 %.
Muchos economistas esperan que la inflación subyacente amaine en los próximos meses, porque creen que bajarán los precios del petróleo y de otras materias primas.
Cuando los consumidores deben gastar más en las necesidades básicas tienen menos dinero disponible para otros bienes y servicios y, en un país donde el gasto de los consumidores representa casi el 70 por ciento de la actividad económica, la cautela en el gasto frena la economía.
Otro informe del Gobierno mostró que en septiembre los constructores de viviendas en Estados Unidos aumentaron en un 15 % la obra nueva y llevaron la tasa anualizada a unas 658.000 unidades, la más alta desde abril de 2010.
Los datos del Departamento de Comercio muestran que los permisos de construcción, un indicador de la actividad futura, disminuyeron un 5 % a una tasa anualizada de 594.000 unidades, la más baja en cinco meses, lo cual señala que las ejecuciones hipotecarias siguen engrosando el número de viviendas a la venta y deprimiendo los precios.
En su reunión del 20 y 21 de septiembre el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal, que dirige la política monetaria de Estados Unidos, inició un programa por unos 400.000 millones de dólares bajo el cual se deshará de bonos del Tesoro de corto plazo y adquirirá bonos de largo plazo.
La intención de la maniobra es asegurar a los inversionistas que las tasas de interés a largo plazo se mantendrán bajas, con lo cual el Banco Central espera que se facilite el crédito, restringido desde la crisis financiera de 2008. EFE