Copenhague, 21 ago (EFE).- El tribunal sueco de Vänersborg cerró
hoy formalmente el proceso de reestructuración del fabricante de
coches Saab Automobile, iniciado el pasado 20 de febrero cuando la
compañía se declaró en quiebra y quedó bajo administración judicial.
Guy Lofalk, el administrador de insolvencias elegido por el
tribunal para supervisar la reestructuración y saneamiento de Saab,
ya había anunciado hace dos días que no iba a solicitar una nueva
prórroga para ampliar el plazo para la reconstrucción de la firma
sueca, que finalizaba ayer.
La decisión del tribunal es consecuencia del acuerdo alcanzado el
pasado martes por la multinacional estadounidense General Motors
para vender el cien por cien de sus acciones en Saab al fabricante
sueco de coches de lujo Koenigsegg por una cantidad no especificada.
El cierre del proceso de reconstrucción decretado hoy por el
tribunal, y que puede ser recurrido antes del 11 de septiembre, y el
acuerdo anunciado por General Motors no despejan sin embargo de
forma definitiva el futuro de Saab.
El presidente del grupo Koenigsegg, Augie K. Fabela, ha
reconocido que necesita alrededor de 3.000 millones de coronas
suecas (290 millones de euros) para cerrar la financiación de la
operación y ha insinuado la necesidad de apoyo del Gobierno, que se
ha opuesto de forma tajante.
"No estoy dispuesto a empeñar a Suecia y a hacer de inversor de
riesgo de los adinerados", dijo anteayer el primer ministro sueco,
Fredrik Reinfeldt.
El cierre de la operación, fijado para antes de finales de año,
está además bajo la condición de que el Banco Europeo de Inversiones
(BEI) aporte un crédito, para lo que es necesario que el Gobierno
sueco proporcione avales.
Varios inversores suecos han puesto también un interrogante sobre
la capacidad de Koenigsegg, que cuenta con 50 empleados, fabrica una
veintena de vehículos de lujo y factura por valor de 10 millones de
euros al año, cifras que contrastan con la producción de 94.000
vehículos anuales y una plantilla de 4.000 empleados de Saab.
Saab tiene que afrontar también una deuda que asciende a 1.000
millones de euros, si bien el tribunal de Vänersborg autorizó el
pasado 17 de junio a aplazar a dos años el pago del 75 por ciento y
a abonar a corto plazo el del 25 por ciento restante, tras el
acuerdo con el 80 por ciento de sus acreedores.EFE