Roma, 13 sep (EFE).- En la víspera de la aprobación definitiva de su último plan de austeridad, Italia vivió hoy otra jornada de sobresaltos en los mercados, con la prima de riesgo de su deuda muy próxima al máximo desde la creación del euro y con una subasta de bonos en la que fijó una rentabilidad récord del 5,6 %.
En medio de la incertidumbre que no cesa sobre un posible inminente impago de Grecia, Italia, uno de los países de la zona euro que se encuentra en el ojo del huracán de los mercados desde hace varios meses, consiguió colocar este martes bonos a 5 años por un valor total de 3.865 millones de euros.
El Tesoro italiano, que recibió una demanda de 4.945 millones de euros por esos bonos con vencimiento a un lustro, logró adjudicar tal volumen de títulos con una rentabilidad del 5,6 por ciento, lo que supone el nivel más alto alcanzado por este tipo de títulos de deuda desde el nacimiento del euro y 0,67 puntos porcentuales superior a la registrada en la última subasta del pasado 14 de julio.
Esta subasta se produjo en un día en el que la prima de riesgo de Italia, que se mide con el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo plazo, superó los 400 puntos básicos, situándose en niveles de principios del pasado mes de agosto.
La prima de riesgo italiana llegó a tocar los 405,6 puntos básicos, muy cerca del récord histórico desde el nacimiento del euro alcanzado el pasado 5 de agosto, cuando alcanzó los 406 puntos básicos.
La principal novedad este martes en lo relacionado con el mercado de deuda italiano es la reunión que, según el diario británico "Financial Times", mantuvo la semana pasada el ministro de Economía de Italia, Giulio Tremonti, con representantes de las autoridades chinas para intentar que Pekín compre sus bonos e invierta en sus empresas estratégicas.
La intención de Roma, según el rotativo, es que China incremente el volumen de deuda pública italiana que actualmente posee, que una fuente italiana citada por "Financial Times" sitúa actualmente en el 4 % del total de la deuda de Italia, que representa el 120 por ciento de su PIB.
Fuentes del Ministerio de Economía de Italia sólo confirmaron este martes la existencia de una reunión de su titular, Giulio Tremonti, con una delegación de inversores chinos, pero no revelaron el contenido de la misma.
Analistas que cita hoy la agencia de noticias italiana Agi descartan la posibilidad de que la compra de deuda por parte de China resuelva todos los problemas de Italia, pues puede paliar su necesidad inmediata de liquidez, pero no así la cuestión del débil crecimiento de su PIB, que en el segundo trimestre de 2011 aumentó un 0,3 por ciento intertrimestral.
Sobre el asunto se pronunció también este martes el consejero delegado de una de las principales empresas del país, el grupo automovilístico Fiat, Sergio Marchionne, quien lamentó que se considere a Italia como la "gran enferma" de Europa.
"De una parte, si las autoridades chinas encontraran la capacidad de absorber la deuda italiana sería una señal de confianza en el país, pero, por otra, el hecho de que hayamos tenido que ir allí en sí mismo ya no es un buen síntoma", comentó Marchionne en el Salón del Automóvil de Fráncfort, al margen de la presentación oficial del nuevo Fiat Panda.
"Siento que Italia sea considerada la 'gran enferma' de Europa. No nos lo merecemos y no sé hasta qué punto la gente se da cuenta de ello. El problema de la crisis es grande", agregó.
El Ejecutivo italiano tiene mañana una nueva cita clave, en esta ocasión la que está prevista que sea la aprobación definitiva de su último plan de ajuste presupuestario, por un valor de unos 54.000 millones de euros y que pretende también contribuir a lograr el equilibrio de las cuentas públicas en 2013.
El plan de austeridad, que llega después del de 79.000 millones de euros aprobado el pasado 15 de julio, se someterá a la votación del pleno de la Cámara de los Diputados con el mismo texto que ya pasó la prueba del Senado el pasado 7 de septiembre, que incluye una subida de un punto porcentual, del 20 al 21 por ciento, del IVA, lo que supondrá una recaudación de 4.000 millones de euros al año.
Entre las medidas figuran además un gravamen del 3 por ciento sobre las rentas que superen los 300.000 euros anuales y el adelanto de 2016 a 2014 del retraso progresivo de la edad de jubilación de las mujeres en el sector privado, equiparándola a la de los hombres y pasar así de 60 a 65 años. EFE