Fráncfort (Alemania), 24 jun (.).- Los economistas del Banco Central Europeo (BCE) esperan que "la recuperación de la pandemia de COVID-19 se vea respaldada por la expansión de la inversión pública" a diferencia de lo que ocurrió en la gran crisis financiera.
En un recuadro del boletín económico, publicado este jueves, analizan las implicaciones de los programas de estabilidad de 2021 para las políticas fiscales de la zona del euro.
Según los programas de estabilidad de 2021, la inmensa mayoría de los países de la zona del euro tienen previsto aumentar los recursos disponibles para inversiones públicas, que suele considerarse una categoría de gasto público particularmente favorable al crecimiento.
Los economistas del BCE esperan que la proporción de inversión pública en relación con el producto interior bruto (PIB) se incremente con respecto a los niveles observados antes de la crisis y pase del 2,8 de 2019 al 3,3 % en 2023.
Y destacan que "esto contrasta claramente con los años posteriores a la gran crisis financiera, cuando muchos países de la zona del euro adoptaron medidas de consolidación fiscal que en su mayor parte se centraron en reducir la inversión pública".
Durante el período 2009-2013, el porcentaje de gasto público de la zona del euro en la formación bruta de capital fijo de las administraciones públicas en relación con el PIB disminuyó hasta situarse en el 2,9 %, desde el 3,7 %, y algunas de las mayores reducciones se registraron en los países en los que la consolidación era más necesaria.
El incremento de la inversión previsto para los próximos años corresponde en gran medida "al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), que brinda a los países de la zona del euro una oportunidad ideal para apoyar la recuperación con políticas que mejoren el potencial de crecimiento de sus economías", dicen los economistas del BCE.
La cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento estará activada previsiblemente en 2022 y se desactivará a partir de 2023, pero las políticas fiscales de los Estados miembros deben ser de alta calidad.