Tokio, 28 dic (.).- Las minutas de la última reunión del Banco de Japón (BoJ) celebrada el 19 y 20 de diciembre muestran que la junta de política monetaria considera que el país está en una "fase crítica" para lograr la ansiada meta de estabilizar la subida de precios en torno al 2 % y que por ello es necesario "continuar con la relajación monetaria".
Miembros de la junta consideraron que en la tercera economía mundial se han comenzado a ver señales del llamado "ciclo virtuoso" que se perseguía cuando se activó su gran plan de flexibilización hace ya una década.
Ese ciclo pasa por lograr que un incremento en los beneficios corporativos se traduzca en subidas salariales consistentes, algo para lo que se dan las condiciones actualmente en el archipiélago, donde el mercado laboral está tremendamente ajustado.
Sin embargo, apuntan, el objetivo aún no se ha cumplido y por ello es necesario mantener bajo el precio del dinero y controlar la curva de rendimientos.
En su reunión de la semana pasada el BoJ decidió mantener sus tipos de interés de referencia negativos y el objetivo de que los bonos estatales a largo plazo oscilen en torno al 0 %, pero amplió el rango de cotización para estos activos, algo que algunos interpretaron como un primer paso hacia el endurecimiento monetario.
Sin embargo, algunos miembros de la junta descartaron esta posibilidad apuntando que "la ampliación del rango de fluctuaciones del bono japonés soberano a 10 años no tiene como objetivo cambiar la dirección de la política monetaria".
"Se trata de una herramienta de nuestra política para hacer que la flexibilización monetaria actual, que se lleva a cabo con el objetivo de lograr la meta de la estabilidad de precios del 2 %, sea más sostenible en medio de la inflación global mediante la mejora en el funcionamiento de los mercados de bonos", especificó uno de los miembros de la junta.
En ese sentido, integrantes del organismo subrayaron que "el funcionamiento de los mercados de bonos se ha deteriorado" y del peligro de que afecte a los balances financieros y dificulte la consecución de la ansiada inflación del 2 %.
Japón viene registrando subidas de precios por encima del 3 % en los últimos meses -bien por debajo de la altísima inflación que están sufriendo muchas grandes economías- y el BoJ considera de hecho que se trata de subidas del IPC coyunturales debido al encarecimiento global de la energía y las materias primas.
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